Angélica sabe muy bien quién puso la bala en la escopeta de la Infanta María Ana. Toda la Corte busca al joven Íñigo para darle muerte, pues se ha convertido en el principal sospechoso del crimen. La menor de los Alquézar tendrá que decidir si le salva la vida a su amigo, al que ama de una forma inconfesable, o a su niñera, la verdadera asesina.