Sofía le dice a Ricky que le importa y a sus amigas que no
Partamos de la idea de que Sofía puede hacer lo que quiera. Incluso diría que es parte de su encanto esa libertad personal, su incapacidad para hacer caso de los consejos de sus amigas e incluso de su madre. Ella es una mujer indómita, lo cual aplaudo. Pero resulta indefendible que diga una cosa hoy y otra mañana. ¿Qué estoy diciendo? El cambio de criterio es cosa de unos pocos minutos. Todavía peor es que diga una cosa y haga otra. O que le diga una cosa a Ricky y otra a sus amigas.
Esta misma noche Sofía decía a sus amigas que Ricky no le importaba nada. Sin embargo, a los pocos minutos se metía en su cama y a él le decía que le importaba un poquito. ¿A qué está jugando Sofía? No necesita hacer lo que hace. Es más, con esta actitud está despreciando el maletín, que durante algún tiempo tenía casi asegurado. Salvo los más pertinaces, sus seguidores no la entienden. Tampoco Marta y Nied. Ricky no sabemos, porque seguir su discurso es imposible y tampoco creo que le importe mucho.
Nied decía esta madrugada: “A Sofía la voy a escuchar, pero no diré nada. Porque si la intento comprender y decir lo que pienso va a hacer lo contrario de lo que le diga, como hizo con Suso”. La propia Sofía reconoce que tiende a hacer lo contrario de lo que le dicen. El jueves Maite decía silabeando y con una dicción irreprochable: “So-la”. Sofía parecía más pendiente de la ropa que vestía su madre o el nuevo tatuaje de su mano izquierda que del claro consejo que le estaba dando. “Sigue el concurso sola”, insistía. Pues ni caso.
Marta habla con Sofía y con Ricky. Los dos encuentran en Marta un destello de realidad y sentido común. Marta no se está inmiscuyendo en su relación, solamente habla con dos personas con las que convive. Sofía es su amiga y si le da consejos sobre lo que ella cree que debe hacer es por eso. Pero resulta un esfuerzo inútil. La paciencia y generosidad de Marta son admirables. No tanto porque Sofía no haga caso, sino porque ponga a Ricky de montajista y se vaya luego a su cama.
La trama de Sofía y Ricky está siendo torpedeada por el propio programa y unos ritmos impuestos que no lo ponen nada fácil. Hay un problema de ansiedad por la preocupación de que desaparezcan las tramas a pocas semanas del final. Por eso el programa precipita los acontecimientos, lo cual hace que las tramas no se desarrollen con naturalidad. Este es el mejor ejemplo de esto que digo.
El jueves Ricky y Sofía reciben indicaciones contradictorias desde fuera, que condicionan sus siguientes pasos. El hermano de Ricky le dice que piense solo en lo de dentro de la casa y se borre los tatuajes. O sea, no hace falta ser ni medio listo para entender que le está diciendo que se olvide de la ‘Churrasca’ y se arrime a Sofía. Sin embargo, Maite le dice a Sofía que siga el concurso sola. Aunque sea una intromisión en el libre albedrío de ambos concursantes, no deja de ser interesante comprobar si hacen o no caso a esos consejos y en qué medida.
La pega es que no podemos analizar el desarrollo de la nueva situación porque el domingo se introduce un nuevo elemento exterior. En este caso una llamada de teléfono para Ricky. Se le plantea si elige hablar con su madre o con Coraima, la ‘Churrasca’. Ricky elige hablar con su madre. Tras esa conversación, en la que la pobre señora más que hablar con su hijo parecía estar narrando un Boca-River, se le da la opción de tener también la conversación con Coraima. Ricky acepta, y entonces ya sabemos que habrá un nuevo giro que nos hará perder el hilo una vez más, solo tres días más tarde del giro anterior.
Ricky habla con Coraima y queda descontento con lo que le dice. Ella es súper correcta y generosa en todo momento. Le muestra todo su apoyo, animándole a seguir su camino haciendo lo que quiera. No sé si Ricky esperaba algo más del tipo “no me importa lo que haya pasado, te sigo esperando” o más bien una escenita de celos por si se marcha el jueves tener una polémica que le garantice unos cuantos platós. No en vano Coraima conoce bien ese mundo.
Ricky salió del ‘confe’ y le puso nombre a ‘Churrasca’, lo cual fue suficiente para que Sofía la reconociera. Es lo que tiene haber sido pretendiente de tronistas. Según contó anoche, se estaban conociendo desde hacía tres meses y antes de entrar en la casa le dijo que se olvidase. Le faltó explicar por qué se ha estado escribiendo su nombre en el brazo, primero poniendo TQ (te quiero) antes de ese horroroso apodo y luego solo el apodo horroroso.
Entender a Sofía es complicado por todo lo dicho y más. Ahora bien, escuchando a Ricky es directamente imposible seguir su discurso. Esa facilidad de palabra que le viene de su parte argentina, y no digo palabrería por no ofender, le lleva a construir discursos que marean. Además, están plagados de medias verdades, que son dobles mentiras. Ayer le explicaba a Marta que no ha tenido problema en nominar a casi todo el mundo alguna vez, lo cual no se corresponde con la realidad.
Ricky ha nominado solo cuatro veces (no cinco, como decía), puesto que este pasado jueves lo hizo su hermano por él y eso no puede contar. Las tres últimas veces que nominó concentró 17 de los 18 puntos en solo tres concursantes: Han (9 puntos), Marina (5) y Aritz (3). El otro punto fue para Marta. La primera vez que nominó llevaba apenas una semana y no tenía sus objetivos fijados, por lo que le dio 3 a Vera, 2 a Nied y otro a Aritz. Está visto que no es exacto lo de haber nominado a casi todos. No se salva solo Sofía, también Suso, Carlos, Raquel o Amanda. Y, como digo, Vera o Nied fueron su elección a los pocos días de entrar en la casa, pero nunca después.
A decir verdad, no creo que a Ricky le afecte mucho lo que le diga su hermano, y tampoco la llamada de Coraima anoche. No quiero decir que sus lágrimas sean falsas. Seguro que le impactó escucharla y no dudo que lo pasó mal por eso. Ahora bien, sus pasos creo que están marcados por otras circunstancias. Él mismo lo expresó con claridad meridiana hace unos días, hablando con una Sofía extrañada de que hasta ahora no le hubiera dicho eso tan cursi de “eres la niña de mis ojos”. “¿Por qué nunca me has dicho eso?”, preguntaba Sofía. “Porque me veo con una pata en la calle, entonces te lo tengo que decir”, contestaba Ricky. “O sea, que si no te veías con una pata en la calle no me habrías dicho esta noche que soy la niña de tus ojos”, concluía Sofía. No hay más preguntas, señoría.
Ricky ha cambiado su relación con Sofía de forma radical desde que el jueves se vio nominado. No niego que la indicación de su hermano haya ayudado. Es más, posiblemente los dos estén mirando por lo mismo. La salvación de Ricky puede estar en manos de Sofía. Si se pasa de los besos bajo el edredón a besarse en público y le dice que es la niña de sus ojos hay esperanza de carpeta, y eso puede ser su garantía de continuar en el concurso. Eso pensará él porque sinceramente creo que cambiando de actitud de forma tan interesada y con tan poco disimulo lo único que conseguirá es incrementar su porcentaje de votos en la expulsión de este jueves.
Esta va a ser una expulsión singular. Marta se volverá a salvar la primera, y entonces tendremos un duelo entre primates. El gorila Ricky (un aplauso al ‘súper’ que el viernes ponía en la fiesta la canción de los gorilas de Melody) contra el mono tití Aritz. Me temo que en esta ocasión el pez gordo (el mono grande, vamos) no se comerá al chico. Y eso que Aritz está haciendo méritos para ser el expulsado. Nadie se ha quejado tanto como él por lo que dijeron los familiares y amigos nominando el jueves. Tampoco protestó nadie anoche por el bonito detalle de poder ver más mensajes de familiares y/o amigos, en este caso en vídeo. Solamente Aritz.
Carlos entró en bucle tras ver algunos de los comentarios hechos en las nominaciones. El consejo paterno de que no fuese tan protestón se le olvidó enseguida. Suerte que ha estado solo en la sala de expulsiones entre la noche del sábado y la del domingo. Allí no podía hablar con nadie, lo cual fue un método infalible para romper su bucle. Sugiero que vayan haciendo lo mismo con todos, porque los bucles ahora se repiten. Muchos concursantes están metidos en un bucle endogámico del que no veo salida. Tendremos que acostumbrarnos a esto de aquí hasta la final.
Pero fue Aritz, como digo, quien más protestó por lo que escuchó en las nominaciones. Le dieron más duro a Ricky, pero su reacción fue el silencio. El viernes seguía pareciendo triste y pensativo por ello. Aritz, sin embargo, arremetió contra Maite por haber dicho que le veía como “un tipo oscuro”. Habían pasado dos días, pero Aritz no se había enfriado y aprovechaba la radio para lanzar un mensaje a Maite: “Agradecerte mucho el complot, porque desde luego se te vio bien el plumero”, decía Aritz y no podía evitar arremeter finalmente contra Maite: “Tú a mí me dijiste que te parecía un tipo con un lado oscuro. Simplemente decirte que comparándome contigo, yo lo que te veo es una bruja. Porque 100.000 euros no pagan que yo a mi hija le diga que tiene una boca perfecta para chupar ‘calipos’. Míratelo porque creo que te ha pillado un siroco y la has tomado conmigo, y mandarte un plato de alubias para que te sigas cagando allá donde vayas”. Como se puede comprobar, humor de jardín de infancia.
Aritz es un inconformista. No le bastó con pasar la noche en el apartamento junto a Biki sino que anoche protestaba por no haber visto gente de su grupo de amigos sino a familiares en su vídeo. Parecía enfadado y ofendido por el vídeo que le mostraron, justo al contrario que todos sus compañeros, a los que emocionó esta nueva sorpresa. “Os vais a ir a la mierda todos”, decía gritando. Se está aficionando a montar un espectáculo en cada programa en directo. Igual ha aprendido de Han.
Tanto si su enfado fue contra el programa como si fue con sus familiares lo considero injusto. Parece como si cualquier cosa que se escape a su control le sacase de quicio. Ni el programa obliga a ningún familiar a salir en un vídeo ni sus familiares tienen por qué plegarse a sus deseos de que no salgan en el programa. Si el programa se lo propuso fue con la buena intención de dar una sorpresa agradable a este poco agradecido concursante. Y si sus familiares lo hicieron es porque les dio la real gana.
Moleskine del gato
El Debate de anoche dio muchas claves de lo que está sucediendo en la casa. Y lo hizo sin grandes aspavientos. Por ejemplo, sugirió que la persona de fuera de Aritz no es Biki, como ya sabíamos, sino alguien llamado Dani. Aritz preguntó por Dani de forma insistente a Biki la noche del jueves en el apartamento. Incluso le llegaba a pedir que avisase a Dani de que se quedase en Madrid durante tres días, para poder estar juntos en caso de ser expulsado el jueves. Parece bastante claro que Dani tiene la otra llave. Fue Han el que se encargó de confirmar que no es Biki. “¿Biki es la persona que tiene la otra llave?”, preguntaba con delicadeza y toda la intención Nied. La respuesta de Han fue un “no” tan lacónico como contundente.
Me hizo gracia el plante nudista de Aritz pidiendo agua caliente. Estas cosas siempre animan el cotarro y son bienvenidas en Gran Hermano. Solo una pequeñísima objeción. Contrasta la desinhibición de Aritz el viernes con aquella otra ocasión en la que tenía que quitarse la camiseta para una prueba y protestaba enérgicamente alegando que él no ha entrado en este programa para enseñar carne.
Anoche vi que la caja sigue en su particular urna de la sala de confesiones. Es más, nos avisó Jordi González de que en el programa de mañana todos tendrán una ocasión para intentar abrir la caja, y esa será la última. Insisto en que no vimos en directo todas las horas de la estancia de Biki en el apartamento junto a Aritz. Nadie lo pudo ver, por tanto, nadie puede asegurar que no le dijera los movimientos necesarios para abrir la caja. Es una información pública, que está en YouTube. No tengo por qué creer la palabra de nadie. La caja debería ser retirada o Aritz no debería tener su oportunidad, siempre y cuando sigamos sin poder comprobar que no ha recibido esa información del exterior. Por otra parte, parece poco conveniente que participen de ello los nominados, después de llevar la audiencia votando desde hace más de tres días.