Mario no hace más que decirle a Juan que se tiene que olvidar de Vero, a pesar de lo enamorado que está de ella. El becario le ha pedido dinero para ayudar a su compañera y él se ha negado con este argumento: “Mario, Vero es puta”, con la mala suerte que lo ha dicho justo cuando se abría el ascensor y Vero estaba en la puerta.