Rocío dedica su vida a hacer feliz a los demás cuando se convierte en la payasa Bartola, sin embargo la pasión por su trabajo la ha absorbido de tal manera que cuando se quita el maquillaje y se deshace de sus coletas la que tiene que ser feliz es ella misma. Cristina Rodríguez la ha hecho feliz convirtiéndola de nuevo en Rocío Jurado, además la estilista ha querido dejar algo representativo de la payasa Bartola, un pequeño broche en su hombro.