"No escuchas, haces lo que quieres todo el rato, y ya no eres una niña". Pelayo se mostraba particularmente enfadado con Belén, y lo cierto es que no la recibía con buenas palabras tras realizarle su transformación. "No hay nada peor que no tener responsabilidades", le insistía Pelayo, que recriminaba a Belén que no había hecho nada para que su madre estuviera orgullosa de ella. "Tienes que despertar", le pedía.