Después de escuchar su dura historia –Cristina vivió una relación muy tormentosa que terminó hace siete años y de la que todavía no se ha recuperado- los asesores, que han dado a los pulsadores, no podían dejar que se marchara sin darle la alegría de verse guapa. Por eso, la han llevado a la sala de peluquería y maquillaje, le han cortado el pelo y han conseguido que se guste más a sí misma.