Pese al reticente primer encuentro entre Pepe y la máquina domótica que Sergi ha instalado en el chiringuito, parece que ahora el cocinero no puede despegarse de ella porque es la única que es capaz de escucharle. Sus hijos y su sobrino intentan convencerle para que la deje incluso cambiándole la voz a la máquina…