Tite, nuevo seleccionador de Brasil

Brasil acumula varios fracasos en los últimos años y, tras una dolorosa eliminación ante Alemania 7-1 en las semifinales del Mundial 2014 que jugó como local, se quedó fuera de la Copa América del año pasado en cuartos de final mientras que en esta edición ni siquiera pudo pasar la primera ronda del torneo.

"A mí me llamaron a ser técnico de la selección. Si estoy aquí es porque no se han dado los resultados, y entiendo que la mejor manera que tengo de contribuir aquí es aplicar aquellas palabras que han que han guiado mi vida y mi carrera: transparencia, democratización, excelencia y modernidad", declaró Tite en rueda de prensa.

En ese aspecto, aseguró que su intención es que la pentacampeona del Mundo "crezca y evolucione" de cara al próximo Mundial de Rusia en 2018 pese a que Brasil va sexto en la eliminatoria, lejos de los puestos de clasificación directa o repesca, por lo que asume este proyecto con una responsabilidad "muy grande".

"La prioridad es la clasificación en los dos próximos partidos de las eliminatorias, ese es nuestro objetivo junto con el de la clasificación al Mundial, y claro que se puede lograr, trabajaremos para eso. Ahora, debemos aceptar que existe el riesgo de no lograrlo, ya que no aceptarlo sería partir de una irrealidad", continuó.

No obstante, afirmó que habrá "reajustes" en un equipo que debe crecer rápido para aumentar las posibilidades de conseguir un objetivo "fundamental". "Además, hay que gente que hace un año y medio que está trabajando con dicha selección", agregó.

Después de que colgase las botas como centrocampista defensivo en 1989, apenas un año más tarde comenzó su andadura en los banquillos al frente del Grêmio Atlético Guarany. Más tarde, el técnico salió de Brasil sumando experiencias en diferentes equipos de los Emiratos Árabes Unidos, donde tuvo breves estancias conduciendo al Al Ain (2007) y Al-Wahda (2010).

Finalmente, en 2010 regresó a su país de la mano de un Corinthians al que llevó a una de sus mejores marcas y donde cosechó sus primeros éxitos, y más sonados, en un equipo con problemas que se alzó campeón del Campeonato Brasileño (2011), Copa Libertadores (2012) y la Copa Mundial de Clubes ante el Chelsea (2012).