(Previa) La natación sincronizada examina su regeneración en los Mundiales de Budapest

Prácticamente un año después de marcharse de vacío de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, donde sólo hubo representación en Dúo, la sincronizada española ha iniciado un proceso de cambio apostando por la juventud y dejando prácticamente como único pilar de su edad dorada a Ona Carbonell, de nuevo abocada a un nuevo cambio de pareja con Paula Ramírez.

El equipo ha perdido a sus otras figuras más emblemáticas y del último Preolímpico de marzo de 2016, además de Carbonell y Ramírez, sólo se mantiene Meritxell Mas, que es del 94, dentro de un combinado que se va a presentar a su primera gran cita internacional en busca de intentar recortar la distancia con Ucrania y Japón, los países que han superado a España en los últimos años, con la imbatible Rusia y China, muy lejos todavía.

Será Ona Carbonell, que nadará todo salvo las dos de equipo, la encargada de abrir la participación española con el Solo Técnico. La catalana, una de las mejores solistas y plata mundialista hace dos años en Kazán (Rusia), será una de las claras aspirantes al podio, 'ayudada' además por el descanso que se tomarán las rusas Natalia Ischenko y Svetlana Romashina, las actuales campeonas del mundo de Solo Libre y Solo Técnico, respectivamente, y porque China no ha inscrito representante.

La barcelonesa, que posee un palmarés excelente con 42 medallas de oro, 26 de plata y 24 de bronces y que este año ha ganado competiciones de la Copa de Europa en Italia y en Gran Canaria y el Open de Estados Unidos celebrado en Nueva York, volverá a apostar por la música de Edith Piaf para realizar su rutina en busca de mantenerse en el podio una vez más.

"Otras solistas tienen otras virtudes, ya sea fuerza u otro tipo de movimientos y capacidad, pero la plasticidad de movimiento que tiene Ona a nivel coreográfico es inigualable. Este año es el primero en el que ha sido capaz de dejarse ir y hace movimientos imposibles. Esto puede ir a más si ella sigue trabajando en este sentido", advirtió la seleccionadora Esther Jaumà a Europa Press.

Poco después de saltar a la piscina, Carbonell cambiará el 'chip' para el Dúo Técnico junto a la joven Paula Ramírez, con la que apenas lleva trabajando un año después de haber estado con Margalida Crespí, Paula Klamburg y Gemma Mengual.

"He pasado por seis parejas en muy poco tiempo y sé que es necesario. En cada competición hemos evolucionado, yo me siento muy a gusto entrenando, nadando con ella y compitiendo. Creo que hemos encontrado un gran dúo, una gran pareja", aseguró Carbonell a 'LaLiga4Sports'.

De todos modos, este será su debut en una gran competición y el objetivo de la nueva pareja será el de acortar distancias principalmente con las japonesas y ucranianas, sus rivales en la pelea por un podio mundialista del que estos países han bajado a España en las últimas grandes citas.

Ramírez también nadará en las pruebas de equipo, donde estará la otra 'veterana', Meritxell Mas junto al relevo generacional que componen nadadoras muy jóvenes como Leyre Abadía, Blanca Toledano, Adriana Ariso, Helena Jaumá, Meritxell Mas, Alisa Ozhogina, Sara Saldaña, Carmen Juárez, Julia Echeberría y una Berta Ferreras, que formará el dúo mixto con Pau Ribes en busca de mejorar las quintas plazas de 2015.

"Al equipo le falta tiempo. Este año no es su Mundial, el reto es quitar esa etiqueta de 'júniors' y que se las vea maduras. Un buen resultado sería que nadara con un nivel de madurez adecuado para un reto como el que tenemos ahora. Van a estar en su momento álgido en dos o tres años", advirtió Jaumà.