El 'tiburón' Nibali 'muerde' la triple corona

Con este meritorio triunfo, Nibali entra en la historia del ciclismo e incluye su nombre junto al Jacques Anquetil, Eddy Merckx, Felice Gimondi, Bernard Hinault y Alberto Contador, como segundo italiano y sexto miembro del selecto club de ciclistas que han conseguido el maillot de líder en las tres grandes vueltas del deporte, Italia, Francia y España.

Además, el de Astana devuelve la gloria a su país después de 16 años sin ver a un ciclista transalpino en lo alto del podio en París, con Marco Pantani como último gran triunfador, y se convierte en el séptimo corredor italiano que logra vestirse de amarillo en la 'Grande Boucle'.

Criado en el sur de Italia, zona que no es vivero de grandes ciclistas, Nibali despuntó en cuanto se decidió por este deporte, acumulando éxitos en categorías inferiores y juniors. Siendo Sub-23, se colgó la medalla de bronce en los Mundiales de Verona (Italia) en 2004, dejando claro que iba a ser un corredor completo capaz de brillar.

El italiano no defraudó en sus inicios como profesional con el equipo Liquigas. En el Tour de Francia de 2009 acabó séptimo a 7:35 de Contador, y ya en 2010, brilló en el Giro donde subió por primera vez al podio en una 'grande', lo que le concedió un papel de favorito en la Vuelta a España, donde no ganaba un transalpino desde el triunfo de Marco Giovanetti en 1990.

CUATRO AÑOS PARA CONSEGUIR LAS TRES GRANDES.

Nibali pudo pasear el jersey rojo por las calles de Madrid ese mismo año, tras un gran final de la Vuelta en el que la cima de la 'Bola del Mundo' fue testigo de un mano a mano entre Ezequiel Mosquera y el italiano. La etapa tuvo como vencedor al corredor gallego, pero 'CanNibali' supo defender la ventaja en la general y se consolidó como vencedor de la cita española.

Tuvieron que pasar tres años para que aquel joven de 25 años volviera a ganar una gran vuelta, esta vez en su país y defendiendo los colores del conjunto Astana. El 'tiburón' se enfundó el rosa en la octava etapa, tras demostrar sus aptitudes como contrarrelojista y ganar 26 segundos con Cadel Evans.

Ya en la decimoctava etapa, el siciliano se adjudicó la primera victoria en el Tour tras vencer en la cronoescalada, consolidándose con la 'maglia rosa' al día siguiente al vencer en las tres cimas de Lavaredo y aventajando al segundo clasificado, Rigoberto Urán, en más de cuatro minutos.

Sólo le faltaba un título a Nibali para entrar en el gran club de la 'triple corona' y hace tres semanas el de Messina comenzó el Tour de Francia con la esperanza de dar la sorpresa y vencer ante Chris Froome (Sky) y Alberto Contador (Tinkoff-Saxo).

La carrera se puso de cara para el italiano con la victoria en la segunda y décima etapa y los abandonos de Froome y Contador. Sin embargo, a falta de los dos favoritos para la carrera, aparecieron los franceses Thibaut Pinot (FDJ), Jean Christophe Peraud (Ag2R) y el español Alejandro Valverde para complicar el camino hacia el amarillo.

Aún así, Nibali consolidó el liderato con el triunfo en Chamrouse en la decimotercera etapa y en Hutacam en la decimoctava, sacando más de siete minutos a su más inmediato perseguidor a falta de una etapa de contrarreloj por disputarse.

Tras una gran actuación en el recorrido cronometrado, el italiano se proclamó virtual ganador de la ronda gala a falta de una última etapa dedicada a la celebración de la victoria que se cierra con el sonido del himno italiano en los Campos Elíseos parisinos 16 años después.