Nadal aumenta sus prestaciones ante Almagro en París

Nadal aparca las dudas en su terreno favorito y tras debutar con comodidad ante Quentin Halys en primera ronda, dio otro paso para la mejoría de su juego. Con sólo dos roturas en contra en el torneo, Nadal demuestra la dificultad de derrotarle a cinco mangas sobre tierra batida y se cita en la siguiente ronda ante el ganador del duelo entre el austriaco Jurgen Melzer y el ruso Andrey Kuznetsov.

Y es que Almagro tampoco fue capaz de poner en aprietos a Nadal y volvió a claudicar como ya hiciera en su último precedente esta temporada en Miami. Alejado del 'top 100' del ranking, el murciano no fue rival ante un envalentonado Nadal que dominó el juego con su 'drive' y levantó un muro que frustró a un rival que terminó con 38 errores no forzados.

El balear avisó en los primeros juegos y logró quebrar ya en el segundo servicio de Almagro para tomar el mando del encuentro. El murciano no inquietó al resto tras esta rotura y fue Nadal el que cerró el primer set en su quinta oportunidad, tras un buen saque y un 'drive' abierto marca de la casa.

Sin ánimo de conceder ningún resquicio a su rival, el número siete del mundo siguió creciendo en el partido con una nueva rotura en la reanudación que le permitió seguir pisando firme sobre la arcilla de la Philippe Chatrier. El nueve veces ganador en Roland Garros consolidó esta ventaja con un nuevo 'break' que le puso en ventaja por 5-2, con la oportunidad de cerrar el set con su servicio.

En ese juego y sin nada que perder, Almagro sacó su mejor versión para romper en blanco y tratar de devolver la emoción al encuentro. Pero fue un espejismo. El balear recuperó su 'rodillo' y con una nueva rotura cerró el set e inició una sucesión de seis juegos consecutivos que le permitieron allanar el encuentro.

El murciano evitó el 'rosco' de Nadal con su saque pero no pudo evitar perder el encuentro con un error forzado con la derecha en el siguiente juego. De esta forma, Nadal eleva su marca a 68 triunfos en Roland Garros por sólo una derrota en el año 2009 ante el sueco Robin Soderling. Las sensaciones son cada vez mejores, pero a Nadal todavía le quedan cinco pasitos más para conseguir la décima corona en París.