Por cuarta vez, Julio evitó irse con sus abuelo maternos, que tienen su custodia. Su tía paterna, con la que vive desde que hace cinco años su madre asesinara a su padre, intentaba cumplir con la sentencia pese a llantos desconsolados del pequeño, que quiere seguir en su casa. Finalmente, un equipo médico atendió al pequeño y le trasladó al hospital, donde un psiquiatra desaconsejó que el pequeño fuera con sus abuelos.