Uno de los agentes que estuvo con los padres de Asunta la noche de la desaparción cuenta cómo reaccionaron al comunicarle la noticia de la muerte de la niña. "Alfonso reaccionó de una forma más compungida y Rosario de una manera más descreída, decía que no podía ser su hija", dice. Además, según el agente Rosario se mostró nerviosa durante el registro y el agente tuvo que pedirle que ralentizara el paso durante la inspección.