¿Toros sí, toros no?

Otra vez la eterna pregunta. La cuestión que nos persigue desde hace años está ahora de especial actualidad. Tres diarios nacionales dedican la portada de este viernes a la Presidenta de la Comunidad de Madrid, que posa con capote en mano en defensa de las corridas taurinas. Ya lo decía el jueves: "No hay más que ver que desde Goya, Picasso, García Lorca, y fuera de nuestra cultura, Hemingway y Orson Wells, todos ellos se han ocupado de los toros como arte porque es un bien cultural a proteger". Así que vista esta tradición, y también su vínculo con ella (era sobrina de un famoso ganadero), anunciaba su intención de proteger esta fiesta desde su Gobierno.

Mientras, en Cataluña, dos meses y medio después de que el Parlament abriese las puertas a prohibir las corridas de los toros, este jueves comenzaba el debate. En caso de que esto fuese así, la Monumental de Barcelona, una de las plazas de toros más importantes de España y la única en funcionamiento de toda la comunidad, podría cerrar sus puertas. Los defensores de este cierre hablan de que no es admisible un espectáculo que requiera el sufrimiento de un ser vivo. Por su parte, los detractores hablan de que los llenos que se producen en la plaza cada vez que torea José Tomás demuestran la catalanidad de este 'espectáculo'.

¿Maltrato animal o una tradición? Éste es el debate en el que el filósofo Jesús Mosterín ha ido más allá. En su afán por acabar con las corridas de toros comparó la bautizada como Fiesta Nacional con la ablación del clítoris que sufren las mujeres en África, la violencia de género y la lapidación. "Es cierto que las corridas son tradicionales, pero en España se toman medidas para combatir la violencia contra las mujeres, y eso es más tradicional aún que las corridas de toros", sentenció el filósofo el miércoles. Se reabre el debate.