Si en la primera salida de prisión veíamos a una Isabel Pantoja sonriente, sin gafas de sol y maquillada, que saludaba a todo el mundo, en esta ocasión la actitud de la artista ha sido muy diferente. Del brazo de su hermano Agustín, Isabel Pantoja abandonaba la prisión de Alcalá de Guadaíra seria, con gafas de sol sin pararse y sin saludar a nadie.