El piso que Arantxa Sánchez Vicario tiene en Barcelona y en el que pasó parte de su juventud y en el que han residido sus padres, es el piso de la discordia. Arantxa se lo recompro a Emilio para que sus padres vivieran allí. Sin embargo, con el paso de los años y tras la muerte de su padre, Arantxa le ha dado tres años a su madre para abandonarlo.