Manuel y Violeta Lebrón llevan desaparecidos desde el 30 de diciembre de 2017, fecha en la que el padre de los menores debería haber entregado a los niños a su madre en el punto de encuentro fijado en Granada. Sin embargo, Manuel L.G. no apareció con los niños. Se trata de un expolicía local expulsado por varios incidentes violentos y que cuenta con una orden de alejamiento de la madre hasta 2022.