Erika, amiga de la mujer asesinada por su marido al que el juez le ha concedido un régimen de visitas con la hija que tenían en común, ha asegurado que la menor está llevando mal esta situación. "Está nerviosa. Aquí lo que prima es el bienestar de la niña, que vive con sus tíos. Tiene que llevar una vida normal y estable con una familia", ha dicho Erika.