Nada indicaba que hubiera una amenaza de atentado. Esa es la impresión que tuvo Arturo cuando el lunes llegó a Bruselas. "El aeropuerto era de lo más normal. La ciudad era tranquila y no se veía presencia policial. No había nada que te hiciera pensar que estabas en una ciudad caliente", ha explicado este español que espera poder volver a España en las próximas horas.