Receta para el verano

Helado de plátano casero: la receta más sana y refrescante

El helado de plátano está rico y es muy sano, siendo una propuesta perfecta para los niños. freepick
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Los helados son los reyes del verano. Así de simple y de claro. Por eso muchas veces es necesario encontrar formas saludables, económicas y fáciles de hacer para elaborarlos en casa y tenerlos siempre a mano ante la posible (e insistente) petición de nuestros hijos y sus amigos. En esa línea va esta sugerencia de hoy para preparar un helado de plátano casero. Es sencillo, está rico, se hace de manera bastante rápida y es sano, lo que lo convierte en una opción perfecta para el verano.

Y es que el plátano es una de las frutas que más suele gustar a los niños. Su sabor y lo cómodo que resulta a la hora de comerlo hacen que sea una de sus opciones favoritas. Por eso mismo hacer un helado con esta fruta es una apuesta segura. Por su sabor y por lo saludable que es. También para adultos, claro.

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Receta de helado de plátano casera

DificultadBaja
Tiempo1 h.

Ingredientes

  • 2 plátanos grandes y maduros
  • 20 mililitros de mantequilla de cacahuete natural sin azúcar y sin sal

Elaboración

  1. Con los plátanos

    Cogemos los plátanos maduros, los pelamos y los partimos. Cuanto más maduros estén, mejor, más dulces serán.

    Los metemos en una bolsa para congelar y los metemos en el congelador durante unas dos o tres horas.

  2. Para la mezcla

    Una vez que tengamos los helados congelados los sacamos y los echamos en la batidora. Los trituramos bien, hasta que sea una mezcla más o menos cremosa. 

    En ese momento echamos la mantequilla de cacahuete y continuamos triturando hasta que sea una crema homogénea. 

    En este punto ya se podría comer, pero aconsejamos dejarlo otra vez en el congelador unos 30 minutos. 

    Si lo metemos otra vez en el congelador podemos echarlo en moldes para helado o en yogures reutilizados, para que después sea más cómodo comerlo. 

    Si, por el contrario, no optamos por esta idea, lo podremos comer con un plato, e incluso acompañarlo de otro helado de chocolate (por ejemplo) o de algún fruto seco que le dé un toque crujiente.