Carlos entraba el pabellón de pruebas para enfrentarse a un reto: tendría que pasar 24 horas solo si quería pasar 2 minutos junto a sus padres. El concursante no lo dudó ni un momento y pudo ver a sus progenitores. “Di las cosas de otra manera, di lo mismo pero de otra manera, no gruñas tanto pero muy bien, lo estás haciendo muy bien”, le aconsejaba su madre.