A las colaboradoras de ‘Sálvame’ les hizo especial ilusión ver a su compañero Kiko Hernández entrar en la casa de Guadalix, pero a Rosa también le ha afectado de otra manera. A la cabeza de Rosa han venido muchos recuerdos del exterior y no ha podido contener las lágrimas. Ella sabe lo que tiene que hacer para estar bien y no está dispuesta a que los recuerdos le afecten en su nueva aventura.