Barreras de hoy

Para comprobarlo sólo tienen que salir a la calle al lado de una persona que va en silla de ruedas: se sorprenderán de lo hostil que pueden llegar a ser las ciudades: aceras demasiado estrechas o intransitables, pésimas indicaciones, pibotes... Más de tres millones y medio de personas sufren algún tipo de discapacidad, alrededor de un 9 por ciento de la población española. En ocasiones, la insolidaridad de muchos supera las barreras físicas.

Acompañamos a José, otro discapacitado físico, en un recorrido por el metro de Madrid. Aunque poseemos el suburbano más accesible del mundo: un tercio de las estaciones están adaptadas, aún queda mucho por hacer. Hay tramos de hasta seis estaciones en las que una persona en silla de ruedas no puede acceder al exterior sin ayuda. No todas las paradas tienen ascensores, especialmente las estaciones antiguas. Un ejemplo: para ir de Sol a Atocha Renfe (cuatro paradas), un discapacitado tiene que hacer un recorrido de 17 paradas y un transbordo. A veces los ascensores no funcionan o, como en el caso de la estación Goya, los discapacitados tienen que hacer el transbordo por el exterior, saliendo a la calle. Sólo los que lo saben y advierten al supervisor, se evitan pagar dos veces el billete.

Otro ejemplo: la estación de tren de Chamartín tiene acceso para discapacitados, pero... ¿dónde está? Hagan la prueba: intenten seguir las indicaciones, a ver si son capaces de encontrarlo.

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