Chris Killen y Smeltz, peligros de los 'All Whites'
telecinco.esINFORMATIVOS TELECINCO
13/06/200918:17 h.Para Nueva Zelanda el fútbol no es la prioridad. La selección ocupa el puesto número 82 en el ránking FIFA. PAra los kiwis es mucho más importante el rugby, la vela y el críquet. Al igual que los "All Blacks", los jugadores neozelandeses de fútbol practican la Haka antes de cada partido.
Un partido ha servido a Nueva Zelanda para borrar la mediocre imagen mostrada ante rivales menores como Tanzania, ante la que salió derrotada, o Botsuana, con la que firmó tablas. Su entrenador, por si acaso ya ha avisado a sus aficionados, España es "un equipo fantástico". Esta va a ser su tercera participación en la Copa Confederaciones, tras México 1999 y Francia 2003. "Nunca hemos logrado un punto", recuerda su entrenador.
Los 'All Whites' , los primeros en llegar a Sudáfrica, sorprendieron a todos tras bordar el partido de su historia ante Italia cuatro días antes del inicio de la competición. Nueva Zelanda consiguió derribar en tres ocasiones el 'catenaccio' italiano aunque acabó cediendo por un tanto de diferencia (4-3).
Ante la ausencia de su capitán por lesión, el central Ryan Nielsen (Blackburn Rovers), el goleador Shane Smeltz asume el peso. El delantero ha marcado doce tantos en diez encuentros con los kiwis.
Junto a él, Chris Killen, ex futbolista del Celtic y Manchester City, es el peligro neozelandés.
Dirigidos por Ricki Herbert, componente de una selección que abrió nuevos tiempos con su participación en el Mundial de España'82, único en la historia del combiando, Nueva Zelanda obligará a la 'Roja' a bajar el balón al piso.
Altos y corpulentos, son, con 1,85 metros de media, la selección más alta de la Copa Confederaciones. Poseen, además, al jugador más joven del campeonato, el delantero de 17 años del West Bromwich inglés Chris Wood.
España y Nueva Zelanda nunca se han enfrentado en un encuentro oficial en categoría absoluta. Tan sólo un jugador de España sabe lo que es jugar contra los 'kiwis': Iker Casillas se enfrentó el 11 de septiembre de 1997 a Nueva Zelanda en el Mundial sub'17. El partido finalizó: 13-0 para los españoles. Buena señal.