Lindsay Lohan se libra de pasar por el calabozo

La magistrada Marsha Revel, que instruye el caso en la Corte de Beverly Hills, emitió el jueves pasado una orden de arrestro contra Lindsay Lohan. ¿El motivo? La actriz se había saltado tres de las clases de educación para combatir el consumo de alcohol. Clases que le fueron impuestas en el año 2007 tras ser detenida por conducir ebria, de forma temeraria y bajo las influencias de la cocaina. Por esta misma razón, Lindsay debía acudir el 20 de mayo a una audiencia judicial en Los Angeles. Pero no se presentó. La joven estrella se encontraba en ese momento en el Festival de Cine de Cannes y, según informan en Contact Music, le robaron el pasaporte.

De esta forma no podía abandonar Francia para regresar a Estados Unidos y poder así acudir a su cita con la justicia, por lo que se acabó dictando una orden para que la actriz fuera detenida. Marsha Revel insistió en que Lindsay no tenía "una excusa válida" para justificar su ausencia. Horas más tarde, el equipo de abogados de Lohan pagó la fianza y la orden fue levantada. "Ella no será arrestada cuando vuelva a Estados Unidos", afirmó el portavoz del alguacil del condado, Steve Whitmore.

Una nueva audiencia judicial fue fijada para el próximo lunes en la que se prevé que asistirá el abogado de la artista Shawn Chapman Holley, aunque no quedó muy claro si Lindsay también se presentará. De todas formas, el pasado jueves la magistrada Marsha Revel aseguró que la señorita Lohan podría quedar en libertad con la condición de someterse a análisis semanales de drogas y llevar puesta una pulsera que te avisa sobre el consumo de alcohol.

El misterio de su pasaporte

Lindsay Lohan está segura de que su padre está detrás del robo de su pasaporte en Francia . "Siempre he dicho que mi padre contrató a alguien para hacerlo", confesó la actriz a la revista americana UsMagazine vía email el pasado jueves por la tarde.

La relación entre la protagonista de Chicas Malas y su progenitor se ha vuelto muy polémica en los últimos meses. Desde el momento en que Michael irrumpió en el apartamento de su hija porque le preocupaba que esta pudiera estar consumiendo drogas, Lindsay se ha dirigido a él como su "ex-padre". Michael Lohan sí que acudió el pasado jueves a la audiencia judicial. Estuvo acompañado en todo momento de su abogada Lisa Bloom, quien aseguró que Lindsay "necesita tratamiento, la cárcel no le va a venir nada bien".

Además, aprovechó la ocasión para desmentir que su cliente tuviera algo que ver con la desaparición del pasaporte de la actriz. "Michael ha trabajado muy duro para ayudarla a regresar a casa", dijo Lisa a X17Online. "Obviamente Lindsay está muy enfadada con Michael porque él quería que ella fuera a rehabilitación durante varios meses", concluyó la abogada.