Muñoz Molina: "Estoy impaciente por leer al gran novelista español hijo de inmigrantes

Muñoz Molina ha explicado en una entrevista con Europa Press que la generación de los hijos de los inmigrantes traerán "la gran renovación" a la literatura española. "Cada vez que paso por delante de un comercio de chinos y veo a un niño, me pregunto si a lo mejor escribirá la novela más importante en España dentro de 20 años", ha indicado.

El creador de la ciudad ficticia de Mágina ha lamentado los "escasos caminos" que encuentran los nuevos autores en esta época. "Me da pena y hasta remordimiento ver la suerte que tuvimos en nuestra generación, con esa movilidad, y contemplar que ahora casi todos los caminos están cerrados", ha asegurado.

Muñoz Molina considera que ha tenido "suerte" con la pervivencia de estas dos novelas en el mercado durante varias décadas, "a pesar de no haber sido nunca best-sellers". "Lo más digno de celebrar es esto, que hayan estado presentes todo este tiempo y que no hayan dejado de tener lectores, porque los libros necesitan una presencia prolongada en el tiempo", ha añadido.

Preguntado por los motivos que han llevado a este interés del público por 'Beatus Ille' y 'El jinete polaco', el autor jiennense atribuye el éxito a "estar escritas de una manera muy visceral, compulsiva, y que busca la conexión entre el presente y el pasado histórico".

"Creo que había un gran déficit de conexión con el pasado y una necesidad de construir un mundo nuevo. Además, me dolía que la experiencia de la gente que había vivido la guerra se estuviese perdiendo. Sé lo cerca que estamos de ese pasado", ha apuntado.

Tras mostrar la gratitud a Pere Gimferrer y al editor ya fallecido Mario Lacruz por ser sus 'descubridores' --"les debo mucho"--, Muñoz Molina ha reconocido que no ha vuelto a leer estas dos novelas salvo una revisión de 'Beatus Ille' para una traducción en inglés.

"No quiero llevarme sorpresas", ha bromeado el autor, quien reconoce que a día de hoy no habría podido escribirlas. "Cada libro pertenece a un momento de la vida y me parece muy bien que tengan su recorrido propio. Cuando termino un libro, tengo la necesidad de pensar en el siguiente", ha explicado.

LAS CALLES FRANQUISTAS

Cuestionado por cómo ve la actualidad española, Muñoz Molina considera que se atraviesa un momento "delicado en el que está todo por ver". No obstante, ha alertado del "déficit en la construcción de una Historia en común", que está llevando al olvido a víctimas tanto de la represión franquista como del terrorismo.

Además, se ha pronunciado respecto a la polémica retirada de los nombres de calles franquistas en Madrid, con una posición intermedia. "Es inaceptable que siga habiendo calles dedicadas a personas implicadas directamente en la dictadura, pero otra cosa es ir más allá y retirar el de un pintor que tuvo relación con ella", ha criticado.

En este sentido, entiende que en ocasiones no será posible "eliminar" los símbolos franquistas --"como con el Arco del Triunfo" en Moncloa, por ejemplo-- y anima a "convertir" esos símbolos. "Siempre he creído que en el Valle de los Caídos debería haber un gran museo de la resistencia española y, así, esa mosntruosidad sería parte de un testimonio histórico", ha lamentado.

UNA VIDA REPOSADA

Tras la decisión de no volver a Nueva York, Muñoz Molina espera ahora tener "una vida reposada", aunque ha ironizado recordando que "cuesta mucho conseguir la paz espiritual". "Me gustaría hacer todo tipo de cosas en la literatura, me gusta mucho ser escritor de periódico pero también escribir novelas", ha indicado.

En esta misma línea, ha reconocido que se le han quedado "muchos libros sin escribir", pero destacando que nunca ha estado "obsesionado" con los premios, incluido un posible Nobel. "Un escritor no puede pensar en eso, he visto a varios vivir para eso y al final se convierte en una enfermedad", ha concluido.