Pedro J. Ramírez rescata la figura de José María Calatrava en 'La desventura de la libertad'

Durante la presentación del libro en Barcelona, en la que le han acompañado el exsecretario general de ERC y magistrado del Consell de Garanties Estatutàries, Joan Ridao, y el periodista Josep Cuní, ha reivindicado la necesidad de que España revisite el papel del último jefe del Gobierno constitucional del Trienio Liberal.

"Quiero aprovechar mi notoriedad para hacer un esfuerzo de que en España se conozca un período tan importante de nuestra historia", ha explicado el periodista, que ha lamentado que el siglo XIX sea dejado de lado muchas veces, y ha puesto como ejemplo la importancia histórica que se otorga a 1714 y 1914 --e incluso a 2014-- y no a 1814.

Durante la presentación, ha mostrado la documentación inédita que le ha servido para esta investigación, un archivo personal de Calatrava hasta ahora desconocido y que incluye, entre otros aspectos, unas memorias redactadas de acuerdo con sus ministros, y unas notas reservadas con sus reflexiones más íntimas.

En anteriores presentaciones del libro, Pedro J. Ramírez había afirmado que el libro no contiene alusiones ni ningún empeño "en suscitar reflexiones sobre el presente", un debate que también se ha trasladado a la presentación de este martes.

Josep Cuní ha reconocido que el libro "facilita ampliamente el traslado de aquella época a la actual pese a los 200 años de distancia", pero ha subrayado que muchas veces las analogías se circunscriben más en las miradas de los lectores que en las coincidencias mismas.

Ridao se ha preguntado qué hubiera podido suceder si en el siglo XIX España hubiera seguido siendo un Estado liberal democrático, y ha sostenido que lo sucedido en aquella época han marcado algunas constantes del Estado español como el "centralismo rabioso".

La anécdota la ha protagonizado la presencia entre el público del que fuera diputado de ERC en el Congreso Joan Puig, contra el que se querelló Pedro J. en 2005 por allanamiento de morada, después de que el republicano se colase en la piscina de su casa en Mallorca para protestar por que, a su juicio, la piscina ocupaba suelo público.