La Academia Valenciana de la Lengua celebra el 50 aniversario del diccionario català-valencià-balear

El diccionario, considerado "una obra monumental y original" por su concepción, proclama que Valencia "tiene una lengua propia compartida con otros territorios del ámbito lingüístico", ha afirmado el presidente de la institución normativa, Ramon Ferrer, en el acto de inauguración de la jornada celebrada en el Aula Magna de la Universitat de València.

Ferrer, acompañado por la vicerrectora de Postgrado, Rosa Marín, ha señalado que el diccionario català-valencià-balear es y debe ser "un símbolo de unión entre todos los valencianos", pero además se ha convertido "en una de las fuentes principales de nuestro diccionario normativo valenciano y uno de los faros donde nos iluminamos en los trabajos de la Acadèmia Valenciana de la Llengua".

Por su parte, el jefe de la Unidad de Recursos Lingüísticos Técnicos de la AVL, Josep Lacráis, ha adelantado en la jornada que unas 8.000 palabras del diccionario català-valencià-balear, palabras que no recogen otros diccionarios, se incorporarán en el futuro diccionario normativo valenciano que en la actualidad está en fase de elaboración.En ese sentido, Lacráis ha destacado la vigencia de la obra de Alcover, Moll y Sanchis".

La jornada también ha servido para resaltar la importante labor del profesor Manuel Sanchis Guarner en la culminación del diccionario, con su contribución integradora y en la reconstrucción colectiva en favor de la lengua, esfuerzo que se concretó con motivo de la exposición del diccionario celebrada en la ciudad de Valencia en 1951 y que significó, en aquel momento, "el inicio una época nueva favorable a la proyección de la lengua y de la cultura de los valencianos".

La conmemoración del 50 aniversario de este diccionario ha contado con otros destacados especialistas y estudiosos como Àngels Buj (URV), Santi Vicente (UV), Gabriel Janer (UIB), Maria Pilar Perea (UB) y Joan Veny (UB-*IEC), que han analizado diferentes aspectos de la obra y de la personalidad de padre Alcover, como promotor y alma del diccionario, y los criterios de elaboración de una obra que medio siglo después todavía es "una fuente inagotable" en todo el ámbito lingüístico.