Almudena Cid: "Sigo poco Pasapalabra, me resulta raro ver a Christian"

Imagen este verano de la gama UV Sport de Delial, la primera protección solar concebida para superar los desafíos deportivos, la exgimnasta vive ahora el deporte de una forma mucho más light.

Ha triunfado como escritoro infantil y dedica gran parte de su tiempo a formarse en la interpretación. Desde hace años intenta hacerse un hueco como actriz. Este último año ha estado grabando la serie "Rabia", una producción de Mediaset que todavía está por estrenar.

Al igual que su marido, el presentador Christian Gálvez, Cid también tiene una faceta literaria. Ha publicado ya tres de los cuentos de su propia colección "Olympia", una cronología sobre su vida deportiva.

En medio de tanto trabajo parece que todavía no ha llegado el momento de ser madre. La deportista confiesa querer tener hijos pero más adelante, algo que su pareja respeta y comparte.

-¿Qué tal vas con tu faceta de actriz?

-Estamos esperando a que se estrene la primera temporada de "Rabia". Yo salgo a partir del cuarto capítulo, hago de Bárbara, una científica que busca la cura para el virus de la rabia que ha contraída la gente que se ha sometido a una terapia génica de forma clandestina.

-¿Estás ilusionada con tu salto a la interpretación?

-Sí, porque una cosa es rodarlo y otra ver el trabajo, algo a lo que yo no estoy acostumbrada. No es igual entrenar y presentar tu trabajo que esperar al resultado final de la audiencia. Es muy diferente a la competencia en el deporte, en ese sentido.

-¿Te está costando hacerte un hueco?

-Sí me está costando, pero me siento muy afortunada. Me llamaron para "Rabia" a raíz del capítulo que hice en "Frágiles", se quedaron contentos con mi trabajo y volvieron a llamarme, pero evidentemente si los pasos que das no son los acertados se te cierran más las puertas.

-Tu relación con Christian sigue sobre ruedas...

-Sí, compartimos muchas cosas.

-¿No os animáis a ser papás?

-Ahora entre la interpretación y los cuentos infantiles que estoy escribiendo no tengo tiempo. Estoy viviendo un momento laboral que me ha costado mucho tener desde que me retiré y dejarlo de lado me cuesta muchísimo. Sé que es un poco egoísta pero ya tendré tiempo y lo más importante es que Christian lo respeta y lo comparte, entiende que quiero tener nuevas ilusiones y no tener que recurrir a un hijo para sentirme bien. Primero tengo que volver a sentir que me ilusiono por algo y después si tiene que venir un niño vendrá.

-Háblanos de tus cuentos, estás triunfando como escritora infantil*

-Sí, están triunfando, "Olympia" es mi vida deportiva trasladada a cuentos. La protagonista es Olympia, que está basada en mí, es una cronología de mi carrera deportiva. En un mes sale el tercer cuento pero el cuarto y el quinto ya están en camino. Es una colección muy bonita y larga.

-¿Cómo vives ahora el deporte?

-Ahora voy a retransmitir el campeonato de Europa de Minsk con Paloma del Río. Sigo la gimnasia desde fuera, cuando puedo ayudo en los entrenamientos en Barcelona y también hago deporte por salud.

-¿Echas de menos la competición?

-Sí, echo de menos el preparar algo durante mucho tiempo y después enseñarlo a un público, algo que podría darme el teatro. Ahora no tengo un contacto directo con el público. También echo de menos la rutina, el estar rodeada de mi gente en el trabajo, ahora tengo que marcarme yo esa rutina, intento poco a poco ir haciendo esas cosas que me gustaban del deporte.

-¿Sigues "Pasapalabra"?

-Muy poco, porque reconozco que me resulta raro. Mi familia es muy fan pero a mí me resulta raro verle aunque es igual, se comporta muy natural. Es un programa que me encanta, es cultural y divertido pero yo no consumo mucha televisión.

-¿Cómo le ves en su faceta literaria?

-Brutal, me pasó los primeros capítulos sobre Leonardo Da Vinci y reconozco que no sabía cómo iba a terminar y cuando salió la novela y la leí lloré. Cómo describe los lugares y una escena completa del libro son brutales. Él pone la parte que no sabemos de Leonardo Da Vinci todo lo demás está documentado y me gustó mucho cómo lo plantea.