La actriz Barbara Steele confía desde el Festival de Sitges en que España resurja "como el Ave Fénix"

La actriz, célebre por haber sido clavada en una estaca en el filme 'Black sunday', de Mario Bava, como ella misma ha reconocido, presenta ahora 'The Butterfly room', una historia negra muy femenina del joven director Jonathan Zarantonello en que da vida a una elegante señora obsesionada con las mariposas.

El mensaje esperanzador de Steele ha tenido continuidad a lo largo de toda la gala, puesto que el director del festival, Àngel Sala, ha descartado que el cine se encuentre a las puertas del fin del mundo --como reza el lema de este año-- y a modo de ejemplo ha citado a toda una nómina de directores de una 'generación Sitges': Jaume Balagueró, Paco Plaza, Juan Antonio Bayona, Eugenio Mira y Kike Maíllo, entre otros.

El último en llegar ha sido el joven Oriol Paulo, que ha conseguido que su primer largometraje, 'El Cuerpo' abra el festival: "Es un regalo tremendo", ha confesado esta noche, rodeado de sus actores; Belén Rueda, José Coronado, Hugo Silva y Aurora Garrido.

Este 'thriller' ambientado en una morgue llegará a las pantallas a final de año y un poco más tarde, ya en enero se podrá ver en los cines 'Mama', otro fruto del vivero de directores noveles en que se ha convertido el festival.

Los hermanos Andrés y Bárbara Muschietti presentaron hace cuatro años un corto de cuatro minutos protagonizado por dos hermanas muy inquietantes; interesó en Hollywood y con Guillermo del Toro como productor se ha convertido en largometraje.

La gala de apertura del festival, patrocinado por Gas Natural Fenosa, también ha servido para entregar los premios Méliès de Oro a las mejores producciones europeas: 'Room 606' ha sido el mejor corto y 'Vanishing waves' el mejor largometraje.