Bigas Luna dice que las operadoras telefónicas, "señores feudales", acabarán con la piratería

Bigas Luna, quien actuará esta noche como padrino de la 56 edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) y, por tanto, leerá la carta del director del festival, Javier Angulo, ha considerado que el fenómeno de la piratería en el cine va a acabar "muy pronto" y que serán las compañías de telefonía, "señores feudales de esta época", la que acabarán con ella tras haberla fomentado.

En un encuentro mantenido con la prensa, el director catalán vinculó el fin de la piratería con un nuevo movimiento de las operadoras, que tras haber vendido sus tarifas planas pasarán a vender películas, punto en el que puso de manifiesto que Movistar ha adquirido ya 600.000 títulos.

"Ese día va a acabar la piratería porque no van a permitir que nadie descargue algo que ellos controlan al detalle", ha puntualizado antes de añadir que, por tanto, se va a pasar de la "edad media" a la "edad de oro" y que, finalmente, los operadores se convertirán en productores.

ADIÓS A LA ACADEMIA

Bigas Luna, que ha confesado que el cine le ha dado "mucho" pero le ha quitado su condición de espectador y lector --"me duermo muchas veces en el cine y a veces en películas buenas"--, ha ratificado que no volverá a presentar su candidatura para presidir la Academia de Cine y, tras reconocer que en el último proceso sufrió dos "bajos importantes", se ha referido a los recortes que en materia cultural se producen en nombre de la crisis.

Así, ha recalcado que la cultura es "muy barata" y que en el momento en que se quiera "rehacer el ánimo" de los españoles habrá que recurrir a ella, que es "lo más barato" y lo que ayudará a que los ciudadanos sean "felices" con su país y recuperen su autoestima.

"Los recortes en cultura son poco rentables", ha considerado antes de añadir que la clase política, a la que recomendó que elija sus propios asesores y no escoja a quienes se les ofrecen, no ha aprendido a "rentabilizar" la cultura ni la utilizan.

El sol y la tierra, las dos "grandes cosas" que tiene España, según un ministro de Industria de Alemania, están "absolutamente abandonadas" en un momento, el actual, de movimientos en el ámbito social, como lo pone de manifiesto el colectivo 15M, que a su juicio "no va donde tiene que ir".

El poder, en su opinión, se encuentra en manos de unos medios de comunicación que, respaldados por los grandes bloques económicos y lejos de lo "democrático", llevan a la sociedad hacia el totalitarismo porque han aprendido a "manipular" la democracia.

'SEGUNDO ORIGEN'

En referencia a su próximo proyecto, 'Segundo Origen', en tres dimensiones y cuyo rodaje comenzará a finales de 2012, Bigas Luna reconoció que el nuevo fenómeno del "cambio en la manera de hacer y de ver" le gusta "mucho", razón por la que lo eligió en la segunda ocasión en que se cruzó en su vida.

Se trata, explicó, de un proyecto "muy elaborado" y difícil de llevar a la gran pantalla que, coproducida por Inglaterra, Bélgica, Francia y España, narra el fin del mundo y las experiencias que desde ese momento tendrán que afrontar una joven de 18 años y un niño de doce en una trama que combina la sensualidad (y sexualidad), el terror, la ecología y la destrucción.

El reparto de la película, que cuenta con diez millones de presupuesto, está aún por cerrar aunque el personaje femenino estará posiblemente interpretado por una actriz inglesa, país en el que es probable que se ruede una parte del largometraje.

El director ha reiterado su interés por los nuevos lenguajes narrativos surgidos de las nuevas tecnologías así como su gusto por este "mestizaje", que está "en la línea" del cine al que están acostumbrados los espectadores del siglo XXI.

Bigas Luna, quien se considera un director de cine "narrador" frente a los "director-autor" que se congregan en la programación de la Seminci, ha puntualizado que en 'Segundo Origen' combina las dos modalidades.

En este punto, el cineasta ha tenido un recuerdo para el escritor vallisoletano Gustavo Martín Garzo, cuyas conversaciones y discursos le han permitido concluir, entre otros, que sin palabras ni literatura no habría "autoría".