Cela Conde presenta mañana su libro con las cartas inéditas entre su padre y Rosario Conde

La dedicatoria que encabeza el libro 'Para Charo, mi madre, la única persona que conoció al Cela de piel adentro' es una buena pista para entender el por qué de este libro que salió a la luz por vez primera en 1989 bajo el título de 'Cela, mi padre'.

Sin embargo, 'Cela, piel adentro' es un libro nuevo que se nutre

de un material inédito hasta el momento. Tras la muerte de Charo Conde, el autor recuperó unos arcones de cartón, en los que su madre atesoraba carpetas llenas de cartas, papeles y manuscritos de Camilo José Cela, incluidos poemas inéditos, artículos y un par de obras de teatro inacabadas.

Es a través de ese material, hasta ahora reservado a la intimidad familiar, que "vislumbramos a un Cela sin filtros", según la editorial. "Es gracias a las cartas que el célebre escritor mandaba a su esposa que conocemos al hombre antes de quedar devorado por el personaje que él mismo se creó", añade.

En 'Cela, piel adentro', el hijo del Premio Nobel realiza el retrato más literario y personal de Camilo José Cela. En sus cartas, el autor gallego se muestra "con claves contrapuestas, como el compendio de una cosa y la contraria", según señala Cela Conde en el primer capítulo del libro dedicado a contar su por qué.

"Todas las biografías de mi padre se escribieron después de que alcanzase la gloria literaria y en ellas destaca el brillo de un personaje que, a fuerza de disfraces, encomios, aplausos y delirios, se volvió para muchos odioso; en particular tras ser pasto interesado de la prensa del corazón", apunta Cela Conde.

El libro consta de once capítulos y un primer apunte aclaratorio, si bien como señala el autor en el epílogo, son las cartas cruzadas entre Cela y Charo Conde las que empujan la creación de este libro porque "no cuadran casi nada con el retrato oficial".

"¿Cartas de mis padres? Pero vamos a ver; mis padres fueron siempre unas personas que me sacaban treinta años. Envejecieron mucho antes de que lo hiciese yo, y de pronto ahora, cuando tengo la edad a la que a Cela le dieron el mayor premio imaginable en el mundo de la literatura, descubro a unas personas que se cruzan cartas de pasión, de angustia, de esperanzas, de temores, de ilusiones", justifica su hijo.