Tita Cervera, Borja Thyssen y Blanca Cuesta juntos con las memorias del barón

TITA, BORJA Y BLANCA CELEBRAN JUNTOS LA PRESENTACIÓN DE LAS MEMORIAS DEL BARÓN THYSSEN

Esta no es la única cita que la familia tiene fijada en su agenda. Madre, hijo y nuera se reencontrarán de nuevo ante los medios el próximo 20 de octubre y en la misma pinacoteca de la capital. Esta vez para inaugurar con 'Vanity Fair' la exposición de Hubert de Givenchy, una retrospectiva con las mejores creaciones del emblemático diseñador francés.

Aunque meses atrás nadie veía factible este restablecimiento de lazos, Carmen Cervera y Borja han terminado de limar asperezas en los últimos cinco meses. El primer acercamiento se produjo en primavera, cuando la baronesa y su primogénito se vieron en el Museo Thyssen de Madrid con sus respectivos abogados para resolver ciertas cuestiones legales. Aquellas reuniones lograron que ambos enterraran el hacha de una vez, tras siete años de desencuentros y desaires.

La situación consiguió normalizarse en verano. Borja, Blanca y sus hijos se instalaron en julio en la localidad girundense de Sant Feliu de Guíxols, donde la baronesa también pasó gran parte de sus vacaciones. A finales de ese mismo mes, Tita tomó el 'Mata Mua', su lujoso yate de 38 metros de eslora, junto a su hijo y su nuera y todos ellos se dirigieron a Ibiza a celebrar el 34 cumpleaños de Borja. Tampoco faltó a la fiesta Manolo Segura, su padre biológico.

Todos los implicados han puesto mucho de su parte para alcanzar esta armonía familiar. Incluso la embarazadísima Blanca Cuesta, que tiene intención de reducir sus apariciones públicas para contentar a su suegra. Aun así, es posible que realice algún trabajo publicitario este otoño, antes de que salga de cuentas la primera semana de diciembre y nazca su ansiada niña.

LA BARONESA, SU HIJO, Y SU NUERA, FUERON A UNO DE LOS RESTAURANTES MÁS EXCLUSIVOS DE LA CAPITAL, DONDE CENARON

Tras la presentación de las memorias del barón Thyssen, Tita, Borja y Blanca salieron juntos a cenar para celebrar el acontecimiento. La baronesa, su hijo, y su nuera, fueron a uno de los restaurantes más exclusivos de la capital, del que más tarde se les vio salir.

Tita era la más sonriente, muestra evidente de su felicidad de nuevo unida a su hijo. Tras ella salieron Borja y Blanca, quien demostró que es posible ser sexy estando embarazada, con un vestido corto y ajustado que acentuaba su avanzado estado de gestación, y zapatos de tacón. Finalmente la pareja se marchó en un coche.