El esperpento de la Compañía jerezana La Zaranda, Premio Nacional de Teatro

El premio, dotado con 30.000 euros, ha sido fallado por un jurado presidido por Félix Palomero, director del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (INAEM), organismo a través del cual se otorgan estos galardones.

Teatro La Zaranda, la carismática compañía de "teatro inestable de la Andalucía Baja", fundada en 1978 aunque empezó a "salir al mundo" hace 30 años, está dirigida por Francisco Sánchez, más conocido como Paco de la Zaranda, y forman parte de ella Eusebio Calonge -autor de los textos- y los actores Enrique Bustos y Gaspar Campuzano.

"La verdad es que no me creo nada. Me ha pillado tan de sorpresa... no entraba en mis planes. Es mejor no hacerse ilusiones para no darse el leñazo luego", ha asegurado Sánchez a Efe pocos minutos después de conocer la decisión del jurado, que ha estimado también su "lenguaje contemporáneo de gran carga poética, puesto de manifiesto en 2009 en el espectáculo 'Futuros difuntos".

La intriga teatral de "Futuros difuntos" la desarrollan un trío de desahuciados mentales que juegan en su reclusión a ser los dueños de su vida, "a ser los propios médicos de su locura".

En ella insisten en su voluntad de hacer "teatro de creación", obras "vivas" en las que "lo importante" es lo que siente el espectador y no la cantidad de público que las ve.

"El premio uno ya lo tiene hace mucho tiempo porque uno es un privilegiado siendo obediente a la voz que te mueve a hacer teatro, pero si además hay un reconocimiento por parte de la sociedad... De verdad que no tengo palabras", asegura emocionado el director y actor, que vive a caballo entre Madrid y Jerez.

"Hoy leía que el arte es gratuito pero no barato. Llevo casi 33 años metido en esto del teatro y decía, un poco en broma, que esa es la edad a la te crucifican. Pues mira", resume.

El galardón, según ha precisado a Efe Eusebio Calonge, "tenía que llegar alguna vez" porque, argumenta, la compañía "tiene una trayectoria que ha sido honesta con su trabajo, lo ha hecho con humildad, siempre lejos del ruido y defendiendo su forma de hacer teatro".

Las constantes teatrales de la compañía son los objetos, el expresionismo visual, la depuración de textos y la creación de personajes límites y, como método de trabajo, "un riguroso proceso de creación en comunidad", según explican ellos mismos en su página web.

"La Zaranda, como cernidor que preserva lo esencial y desecha lo inservible, desarrolla una poética teatral que, lejos de fórmulas estereotipadas y efímeras, se ha consolidado en un lenguaje propio, que siempre intenta evocar a la memoria e invitar a la reflexión", agregan.

A mediados de diciembre, La Zaranda concluirá, en el Lliure de Barcelona, su gira con "Futuros difuntos", y empezarán con la que estrenaron en el último festival Temporada Alta de Gerona, "Nadie lo quiere creer (La patria de los espectros)", que tuvo unas excelentes críticas.

El trabajo de la compañía empezó a ser conocido en 1983, con "Los tinglados de Mari Castaña", en la que ya aparecía su vinculación con la tradición española, de Zurbarán a Valle-Inclán, a la identidad popular, el juego con el idioma, la presencia de fiestas y tradiciones, y un pretendido tono ligero que además de provocar la sonrisa acerca a su espiritualidad.

En 1985 empezaron sus giras internacionales con "Mariameneo, Mariameneo", con la que inauguraron una intensa relación con América y, muy especialmente, con Buenos Aires.

"Vinagre de Jerez" (1989) llegó a grandes festivales internacionales, "Perdonen la tristeza" (1992) se representó en una veintena de países y "Obra póstuma" (1995) se estrenó en Nueva York.

El jurado del premio ha estado integrado por Lola López, David Ottone, Roberto Pascual, Lluís Pasqual, Gloria Muñoz, Vicky Peña (galardonada en la pasada edición) y la subdirectora general de Teatro, Cristina Santolaria.

Concha Barrigós