Hallan cuerpos inhumados hace 6.400 años según un rito desconocido en la Península Ibérica

Los restos corresponden a cuatro individuos --un adulto, un adolescente y dos niños-- y se conservan prácticamente íntegros después de que quedaran ocultos gracias a un desprendimiento de piedras desde el exterior de la cueva.

Los cuerpos, que se hallaron alineados en círculo siguiendo el contorno de la pared norte de la cueva, estaban colocados en posición fetal, con lo que los investigadores creen que fueron atados con cuerdas y envueltos con una mortaja.

El cadáver del hombre adulto estaba acompañado de un ajuar funerario compuesto de un vaso con dos asas, partes de dos cabras y de un ternero, y bajo el brazo izquierdo se ha encontrado un colgante de hueso con una perforación para sostenerlo.

El director de la excavación de la cueva de Can Sadurní, Manel Edo, ha explicado que el descubrimiento "constata que hay un modelo funerario diferente al de otros lugares aprovechando las circunstancias de la cueva".

Sobre la posición fetal de las personas, Edo ha declarado: "Es la posición en la que vienes a la tierra y en la que te vas de la tierra".

En paralelo a estos restos, también se han hallado restos de una hoguera que podría estar relacionada con los rituales de inhumación de los cadáveres en el neolítico.

El hallazgo está datado hace 6.400 años, en el neolítico medio inicial, una época en la que las cuevas se empezaron a utilizar como lugar de entierro colectivo, lo que sucedió hasta hace 4.000 años cuando empezaron a sepultarse los cuerpos bajo tierra y de forma individual, según Edo.