Joan María Gual dirige "La lección", de Ionesco, en el Teatro Español

"La lección", que estará en cartel hasta el 21 de junio, es la segunda obra que escribió el maestro del teatro de lo absurdo, donde una vivaz joven, encarnada por Itziar Miranda, recibe clases de aritmética, lingüística y filología de un profesor, Manel Barceló, ante la atenta mirada de la sirvienta, Maica Barroso.

Esta producción del Teatro Español, propuesta por el propio Gual, rompe con todas las puestas en escena hasta la fecha de "La lección", recreando con la ayuda de puertas detectoras de metal y el juego del comecocos, la vigilancia continua a la que estamos sometidos.

En palabras del propio director, al que le apetecía realizar un "trabajo de proximidad" en la Sala Pequeña del teatro, esta comedia trágica, que dirige por segunda vez después de 30 años, es "la forma en la que se organiza el poder para fastidiarnos la vida", que según él, está en todas partes, pero "el verdadero poder no tiene cara".

La actriz Maica Barroso, que fue galardonada con el Premio a la Mejor Actriz de la Muestra de Teatro Andaluz de Palma del Río y el de la Muestra de Teatro de Cádiz por su interpretación de la alumna en "La lección" en 1993, ha admitido que esta obra ha marcado su "vida artística".

En cuanto a su actual personaje, la sirvienta, la ha descrito como un símbolo "de la castración absoluta a través de la educación" y una persona tergiversadora "diciendo una cosa e induciendo a otra".

La joven actriz Itziar Miranda ha destacado el "inmenso regalo" que le ha hecho Gual al poder participar en esta obra, y ha recordado que "en el teatro hay que jugar".

"El primer propósito de Ionesco fue torcer el lenguaje por lo absurdo", así calificaba el trabajo de Ionesco, el actor Manel Barceló, que ha comentado que la obra ha sido un trabajo "muy gratificante" con un director de teatro "comprometido y con mucha historia en el oficio".

En cuanto al tema de "La lección", Barceló, ha concluido con la importancia que tiene el lenguaje en esta obra, en la que el público saldrá con "una sonrisa helada" y podrá "desplazar la metáfora a cualquier temática actual, como la política, los medios de comunicación o el deporte".