Juan Manuel de Prada reivindica en Valladolid a Santa Teresa y el contraste sugestivo como mujer mística y de acción

Sobre Santa Teresa de Jesús, el escritor ha admitido que como personaje "le resultó lejano", tras reconocerse "poco místico", hasta que comenzó a leer sobre ella como "personaje de acción" que durante 20 años fundó conventos y recorrió caminos, en concreto como gran personaje de los que se suele tener "visiones parciales, falsas y fragmentarias" y en este caso siempre se la ha relacionado con la espiritualidad.

Por este motivo, ha señalado su interés en mostrar a la Santa abulense de una forma distinta de "la imagen que le había dado" al recrear una mujer del siglo XVI como una "mujer verosímil".

Sobre el premio, De Prada advierte de que quienes "despotrican contra los premios es porque no los ganan, no porque no les gusten", ya que "a toda persona le gusta que le reconozcan su trabajo", y en este caso de forma especial al tener "mucho que ver con Castilla por su protagonista".

Además por ser una obra en la que se han dado encuentro dos personajes "geniales y muy parecidos" en los que ha encontrado inquietudes similares espirituales y mundanas, que en el caso de Ana de Mendoza, princesa de Éboli, combinó la ambición política y la espiritualidad y en el de la Santa que no podría entenderse "sin su capacidad para convencer a los poderosos".

También ha subrayado que este tipo de personajes femeninos no eran una excepción en esa época, si bien Santa Teresa prevaleció por su "gran inteligencia política" con la que fue capaz de conseguir como mecenas para una reforma de la magnitud carmelita a Casas enfrentadas y con poder como "hombres del rey" como la de Alba y la de Éboli, y al hilo de la situación actual la ha equiparado a "conseguir el apoyo y el dinero de Rajoy y Pablo Iglesias".

Asimismo, ha señalado que el éxito del trabajo de la fundadora de la orden Carmelita descalza vino de la mano del monarca Felipe II, que conocedor del poder de Roma sobre las órdenes religiosas y su relación de la influencia de los territorios sobre las almas, dio importancia a una reforma a través de las comunidades religiosas pobres en una cuestión política que no "hay que perder de vista", en lo que ha considerado como "un egoísmo", una inquietud espiritual y una mezcla de ambas.

Sobre otro aspecto como la diferencia de edad de las protagonistas, ha concretado que ambas se encontraban en un espacio de madurez.

En cuanto al hecho de que grandes personajes coincidan en una periodo histórico, el escritor entiende que "desgraciadamente suelen enfrentarse" y ha comparado esta circunstancia con el caso de Platón y Aristóteles, que llegó a fundar una escuela nueva y contraria a la de su maestro.

NUEVA OBRA

De Prada ha anticipado para este otoño la presentación de su nueva obra bajo el título 'Mirlo blanco, cisne negro', una novela que ha calificado como "muy personal" pero no autobiográfica, con predominio en un 90 por ciento de la ficción y a través de dos escritores que encarnan la juventud desde la experiencia como escritor joven y la veteranía con personajes históricos en el trasfondo.

A continuación se ha realizado el acto de entrega del premio en el Salón de Recepciones del Ayuntamiento, en el que ha participado el Alcalde, Óscar Puente; la concejal de Turismo y Cultura, Ana Redondo; el director de El Norte de Castilla, Carlos Aganzo, y el escritor y crítico literario Gonzalo Santonja.

'El castillo del diamante' es una novela que se desarrolla durante el reinado de Felipe II, en el siglo XVI, y tiene como protagonistas a Santa teresa de Jesús y a Ana de Mendoza, princesa de Éboli, que pertenece a los fondos de la colección de la editorial Espasa Narrativa del grupo Planeta.