Tristes despedidas de una misma generación

Hace casi 18 años, Tino Casal era el primero en despedirse. Desde que apenas era un adolescente, Casal estuvo inmerso en el mundo de la música, sin dejar a un lado sus aficiones a la pintura y la decoración. Pero no fue hasta principios de los ochenta cuando este asturiano pudo hacer libremente la música que tanto había buscado, logrando éxitos de la talla de 'Neocasal' o 'Etiqueta Negra'.

Cuando mejor aseguraba sentirse ("Los 90 pintan bien para mí y para la música en general"), el 22 de septiembre de 1991,un fatídico accidente de coche, el en que él fue el único fallecido, dejaba al mundo de la música estremecido por su muerte. Un mes después, salió a la luz el recopilatorio en el que estaba trabajando: "Etiqueta Negra, Grandes Éxitos 1981-1991".

Antonio Flores no pudo soportar el dolor que le provocó la pérdida de su madre, y catorce días después de la muerte de 'La Faraona', el único hijo varón de 'El Pescaílla' se dejó ir. Las drogas fueron una constante para él, aunque nunca le faltó nada para vivir sin preocupaciones, y una sobredosis de barbitúricos y alcohol pusieron fin a sus 'Siete vidas'. Con 33 años, y desde los ocho en el mundo del cine y de la música, su mayor reconocimiento llegó con su trabajo en 'De Ley', el disco de su hermana Rosario. Antonio murió como un gran letrista por el que las discográficas no apostaron hasta sus últimos años.

La muerte de Enrique Urquijo también fue una de las más sentidas, hace casi ya 10 años (17 de noviembre de 1999). Comenzó su carrera con un tributo a Enrique Cano, en el concierto 'Homenaje a Canito', de donde salió el nombre del grupo, Los Secretos, y lo que muchos consideran el inicio de la movida madrileña. Su última aparición fue en los 'Premios Amigo', dos semanas antes de ser encontrado muerto en un portal de la calle Espíritu Santo, en Malasaña, por una sobredosis. Hoy en día, su hermano Álvaro continúa representando el legado que dejó Enrique.

Carlos Cano fue nombrado en 2001 Hijo Predilecto de Andalucía. Dedicó toda su vida a reivindicar el valor de la copla como canción popular. Sin embargo, un problema de la aorta le obligó a dejar su reivindicación en 1995. Cano no quiso rendirse y tras la intervención aseguró que había "vuelto a nacer en Nueva York, provincia de Granada". Pero cinco años después (19 de diciembre de 2000), sus problemas de corazón volvieron a dar guerra, en una batalla en la que Cano ya no pudo ganar.

Otro de los principales artífices de la movida madrileña falleció con tan sólo 42 años. Carlos Berlanga, hijo del conocido cineasta, formó parte de grupos como 'Kaka de Luxe' o 'Alaska y Dinarama'. Junto a Canut, escribió uno de los mayores éxitos del pop de los ochenta: 'Bailando'. Decidió emprender su carrera en solitario en 1990, una etapa en la que el destino quiso que volviera a trabajar con antiguos compañeros. Sin embargo, cuando parecía haber regresado a sus orígenes musicales, una enfermedad hepática cortó las alas a uno de los jóvenes que más canciones han dejado a sus espaldas (185).

Guitarrista y compositor español, Manolo Mené formó parte del añorado grupo 'Mamá'. A pesar de su corta duración y su truncada trayectoria, 'Mamá' fue junto con 'Los Secretos' y 'Nacha Pop' uno de los propulsores de la mítica movida. Se convirtió en un respetado músico de acompañamiento, que falleció a causa de un infarto (25 de noviembre de 2004) y que volvió a dejar coja a la generación de la movida.