La acupuntura y la ópera de Pekín consolidan a China en el primer lugar de la lista de la UNESCO

Las dos candidaturas chinas fueron aceptadas en la reunión de la UNESCO celebrada ayer, martes, en Nairobi (Kenia), junto a más de 40 propuestas de otros países, entre ellos el flamenco, los "castells", la dieta mediterránea o la cocina francesa.

La acupuntura y la moxibustión son dos de las técnicas más conocidas y populares de la medicina tradicional china, basada más en métodos empíricos que científicos, y sostenida sobre la creencia de que la aplicación de pinchazos o ventosas en determinadas partes del cuerpo activa cierta energía (el chi) beneficiando a la salud.

La ópera de Pekín es la más famosa de los cientos de óperas tradicionales que hay en China, y fue uno de sus más importantes actores, Mei Langfang, quien ayudó a darle fama internacional, a la que también colaboraron películas como "Adiós a mi concubina", que relataba la vida de estos artistas a lo largo del siglo XX.

Con las dos nuevas inclusiones, China agranda una lista en la que ya estaban incluidas, entre otras, la caligrafía china, el papel recortado, la xilografía, el arte de la confección de sellos en piedra, la ópera tibetana o la sericultura.

Una de ellas, no obstante, es compartida con Mongolia (la música tradicional Urtiin Duu, que también se practica en la región septentrional china de Mongolia Interior).

China, además, también tiene varias expresiones artísticas en la lista de Patrimonio Inmaterial en Peligro, tales como los juncos (veleros chinos), el arte de los tipos móviles en imprenta o las celebraciones de Año Nuevo de la etnia Qiang, una de las que sufrió más pérdidas humanas en el terremoto de 2008.