'Las bailarinas muertas' de Antonio Soler vuelven 20 años después: "Siempre me ha interesado el final de la inocencia"

La idea de reeditar esta obra surgió del editor de Soler y al autor le pareció "una buena idea" recuperarla tras 20 años de su publicación --además de ganar el premio Herralde ese mismo año--, cuando "apenas puede encontrarse ya en las librerías". A pesar de que Soler contemplaba la posibilidad de hacer algún cambió, finalmente desestimó la idea.

"Si hubiera encontrado episodios o pasajes que no me gustasen, existía la posibilidad y el derecho legítimo de hacer correcciones. Salvando las distancias, por supuesto, sería igual que lo que hacía Velázquez con sus cuadros colgados", ha bromeado el escritor, quien reconoce que volver a leer esta novela ha sido como "reflexionar sobre la propia trayectoria literaria".

El protagonista de 'Las bailarinas muertas' es un joven adolescente, posible trasunto del propio Soler, que recibe con cierta inocencia las cartas de su hermano mayor desde una Barcelona de cabarets y noches canallas, mientras su vida transcurre en la tranquilidad de una ciudad aún lejos de las grandes urbes.

"Hay una mirada al despertar de la vida, que es algo de lo que he seguido hablando en otros libros: es cuando los jóvenes se van adentrando en un mundo en el que la realidad se impone a sus sueños", ha explicado Soler. A su entender, esta época supone abandonar "un lugar por otro en el que las burbujas de los sueños se rompen".

De esta manera, su protagonista experimenta "una sensación de extrañeza frente a la imposición rigurosa de la realidad". "Eso es algo que siempre me ha interesado mucho: la actitud de desconcierto de los jóvenes frente a un mundo al que no quieren entrar", ha añadido.

LOS ANTIHÉROES

Además de esta familia, la novela recoge las historias de otros personajes como las de la bailarina Lili o el boxeador Kid Padilla, que podrían considerarse 'antihéroes'. "Es verdad que los héroes han sido siempre muy escasos y creo de hecho que los que parece que llevan armadura esconden el lado frágil que tenemos", ha señalado Soler, tras calificar a estos secundarios como "metáfora del desvalimiento" de cada uno.

Al volver la vista atrás, Soler admite que "queda ya muy poco" de ese Barcelona de otro tiempo. "Es la Barcelona preolímpica, la que no estaba de moda y todavía tenía un sabor canalla, pero también muy humano en muchos de sus rincones", ha aseverado.

ADAPTACIÓN DE FERNANDO TRUEBA

Por el contrario, Soler rescató en las páginas de esta novela las calles de su Málaga natal, en una época en la que "parecía que todas las cosas ocurrían en Madrid". "Estoy en contra del localismo, no soy costumbrista, pero sí defiendo la teoría de que la gente normal pueda ser perfectamente carne de literatura", ha indicado.

'Las bailarinas muertas' estuvo en la órbita de Fernando Trueba para llevar la adaptación a la gran pantalla, aunque finalmente no salió adelanto el proyecto. "Hubo una llamada del productor Andrés Vicente Gómez cuando llevaba unos meses publicada, pero al final no pudo ser. Estaría muy bien que un director de esa categoría se interesara por el libro, pero ahora no es algo que me preocupe", ha concluido.