'El zoo de cristal' traslada a la crisis y sociedad actual la "lucha desesperada" de una madre por sus hijos

La "lucha desesperada" de una madre por sacar adelante a sus hijos y las dificultades de éstos para ver cumplidos sus sueños en la América del 'crack' del 29 se trasladan a la sociedad española y a la crisis actual, en la versión de Eduardo Galán de 'El zoo de cristal'.

La obra, basada en el clásico de Tennessee Williams ambientado en el año 1936, está dirigida por Francisco Vidal, y constituye un reflejo de cualquier sociedad, en particular de la nuestra.

El montaje, de 90 minutos y que se estrenará este viernes en Santander con una doble función, --a las 20.30 y 22.30 horas en el Sala Pereda del Palacio de Festivales--, es una historia de amor, pero también de odio, y se repasa además otros sentimientos y aspectos, como la culpa o la fragilidad humana.

Protagonizada por Silvia Marsó, Carlos García, Alejandro Arestegui y Pilar Gil, esta "obra mágica" retrata la vida de los Wingfield, una familia sureña. La madre, Amanda, está obsesionada con salir de la pobreza y buscar un candidato a su hija, Laura, cuya leve discapacidad la ha transformado en un ser patológicamente inseguro, volcada exclusivamente al cuidado de sus figurillas de cristal. Por su parte, el hijo, Tom, es un joven ambicioso que se debate entre el deber de cuidar a su familia y el deseo de salir al mundo. A ellos se une un cuarto personaje, Jim, un candidato de convencional buena apariencia, que representa todo lo que la familia ha deseado.

"Es una historia de amor a cuatro", ha resumido el director, quien no ha tratado de reflejar "culpables", sino "buenas personas", al tiempo que ninguno aparece como "triunfador", sino que todos son "un poco perdedores". Para Vidal, la obra constituye una "drama intimista" y "poético", que refleja el "fracaso" del sueño americano, aunque -como ha matizado en la rueda de prensa ofrecida para presentar el montaje- tiene "muchos momentos de humor". Y es que "la vida está llena de humor", e incluso "en las peores situaciones hay humor".

Con todo ello, y aunque el texto original se basa en la sociedad americana, la obra puede reflejar cualquier sociedad, en particular la española. De hecho, Vidal intenta mostrar su propia sociedad. "No quiero un teatro de museo, ni un teatro exótico. Quiero que (la obra) llegue al público", ha sentenciado.

De la protagonista, Silvia Marsó, ha destacado que ha encontrado a "la Amanda ideal", con la que ha dado una "visión nueva" al clásico de Tennessee Williams, autor al que se ha referido como "un genio". La actriz da vida a una mujer "torpe", que "se equivoca", pero al tiempo "fuerte" y "dura", que "choca" con la gente que la rodea, una madre a la que "puedes odiar y amar".

"ES UN PERSONAJE TAN COMPLEJO QUE ME ESTOY VOLVIENDO LOCA"

Y la protagonista ha subrayado que interpretar este personaje ha constituido "un reto" para ella, ya que es la primera vez que se pone en la piel de una persona más mayor. Pese a ello, se siente "muy bien" interpretando a Amanda, aunque ha admitido que el personaje tiene registros "muy contradictorios" y vive situaciones "muy extremas", nada "coherentes", basadas en "impulsos".

Así, se caracteriza por la ternura, la crueldad, la dureza o la desolación, aspectos que la convierten en una mujer impulsiva, irritable, frágil o dolorida. "Es un personaje tan complejo que me estoy volviendo loca", ha bromeado Marsó, que también ha ironizado con que Amanda es "ideal" para un "tratado psicológico".

La actriz ha detallado que la protagonista del montaje está "enferma de nostalgia", que vive "aferrada al pasado" y tiene un "amor obsesivo" por sus hijos, porque quiere que tengan salud, triunfen, etc. "Es un poco lo que somos todas las madres, pero multiplicado por 3.000", ha comparado.

Pilar Gil, que da vida a la hija, ha indicado que su papel encarna la fragilidad humana y la sensibilidad, y hace reflexionar sobre "lo que todos somos y aprendemos a ocultar". Pero Laura "no tiene ese filtro" o "máscara" de protección, porque "es pura, frágil, como un cristal" y está, además, "llena de poesía".

Por su parte, Alejandro Arestegui refleja, a través de Tom, la culpa de este personaje por el amor hacia su hermana, y muestra también el amor y odio que siente hacia su madre. Asimismo, refleja similitudes entre la época posterior a la depresión del 29 con la crisis actual, como la dificultad de los jóvenes por alcanzar sus sueños.

En la obra también actúa el cántabro Carlos García, para quien figurar en el reparto de 'El zoo de cristal' supone "una gran responsabilidad", además de "un sueño hecho realidad". Por su parte, Eduardo Galán ha subrayado la "calidad profesional y humana" de los interpretes.

En 'El zoo de cristal' el relato aparece en la boca de Tom, que es el vínculo directo de la familia Wingfield con los espectadores. A través de sus palabras el público conoce los pormenores y los entretelones de estos personajes, exponentes de la búsqueda frustrada del sueño americano.

A su vez, impacta la figura del padre ausente, que está en boca de los personajes y cuya fotografía se destaca en momentos clave, gracias a las indicaciones expresas del autor para con la iluminación. También la música aparece muy pautada.

La obra ha sido producida por Secuencia 3 en colaboración con el Teatro Español, el Teatro Fernán Gómez y el Palacio de Festivales de Cantabria, que acogerá su estreno absoluto. El 6 de noviembre se estrenará en el Teatro Fernández Gómez de Madrid.

COLOQUIO PREVIO CON SEOANE

El Palacio de Festivales de Cantabria ha convocado un coloquio entre el público y el productor teatral Juanjo Seoane para hablar sobre el estreno de 'El zoo de cristal', de Tennessee Williams.

El encuentro tendrá lugar en la sala Griega a las 22.15 horas y en el mismo, el productor teatral entablará un dialogo con los asistentes en el que se repasarán distintos aspectos de la obra, sus personajes y el contexto histórico de la misma. La entrada será libre hasta completar aforo.