(Amp.) La patronal catalana insta a reducir la "distancia" que fomenta la falta de diálogo con Cataluña

En un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum, Gay de Montellá ha sido preguntado de forma explícita y directa si su organización está a favor o no de la independencia. "Nosotros no tenemos nada que decir sobre la independencia, los empresarios decimos que hay que respetar la intención de los ciudadanos y creemos que estamos unidos y compartimos España", ha respondido.

A renglón seguido, ha reconocido que "indiscutiblemente" la falta de diálogo "posibilita situaciones de distancia" que hay que "reducir" porque ése "no es un buen camino" ya que el espacio en el que se debe desarrollar Cataluña, a su entender, está "en España y en Europa".

"Y estamos muy cómodos ahí", ha apostillado, reconociendo que el momento actual es "de espera" y "aletargamiento" por la falta de Gobierno en España pero reiterando que es un hecho "puntual" y que cuando todo se normalice habrá que trabajar en pro del "consenso".

NO ES NADA NUEVO

En este sentido, ha recordado que los "altibajos" en las relaciones entre Cataluña y España no son nada nuevo y que la situación actual "tampoco es tan diferente" de la vivida en otras épocas, por lo que hay que seguir trabajando para superarla.

Gay de Montellá ha recordado que la patronal catalana lleva desde 2011 planteando propuestas en este sentido, desde el concierto económico para superar la "situación incómoda" sobre la financiación que sufría Cataluña, hasta el pacto fiscal e incluso el "pacto institucional" en el que se reconociera la nación catalana.

"Y no habría pasado nada, porque eso está en el artículo 2 de la Constitución. No se veía, y menos en aquel momento, cuál era la gran dificultad para aceptarlo, cuando un pacto fiscal con un reconocimiento de la nación catalana y una serie de medidas, como tener una cierta representación exterior o la defensa absoluta de la lengua y la cultura, habrían evitado estar en esta situación", ha continuado.

DENTRO DEL MARCO LEGAL

Sin embargo, el rechazo a esas propuestas y el afloramiento de "más sentimientos" ciudadanos han empujado el debate público hacia el derecho a decidir, al que los empresarios catalanes dicen "sí pero dentro del marco legal" y "siempre a través del diálogo, la negociación y el pacto".

"Sé que no hay marco legal y que es difícil, pero nosotros tenemos que estar dentro del ordenamiento del Estado", ha reiterado, insistiendo que a día de hoy el planteamiento de Fomento del Trabajo es "el mismo" y pasa por que "a través del diálogo Cataluña se podrá compartir y crear dentro de la unidad".

Preguntado sobre qué harán los empresarios catalanes si un día la Generalitat les exige que paguen los impuestos a una Agencia Tributaria catalana, Gay de Montellá ha señalado que "no será posible" salvo que sea dentro de un "pacto con el Estado", y ha llegado a reconocer que posiblemente esa medida tendría "ventajas".

NO LE GUSTA UN GOBIERNO DE 18 MESES

Además, ha advertido al president de la Generalitat, Carles Puigdemont, que "ahora lleva una máquina diferente", y que "no es lo mismo la Gerona de servicios que la Barcelona económica o la Cataluña industrial".

Sí ha reconocido que no le gusta "por principio" que casi desde antes de conformarse el Gobierno catalán se estuviera ya diciendo que duraría sólo año y medio. "Eso no es un gobierno, porque entre que lo entiendes y que empiezas a ejecutar, no sirve. ¿Un Gobierno que sólo sirve para un proyecto? Nosotros ese proyecto no lo compartimos", ha insistido.

Por eso, ha recomendado a los dirigentes autonómicos que "esperen" porque "la Europa de las regiones vendrá" y en "una o dos generaciones", conforme se vayan cediendo más competencias nacionales a Bruselas, se producirá un "mayor acercamiento" a niveles inferiores como las comunidades autónomas.

Por último, ha explicado que a su entender el 'Brexit' no tiene "ningún sentido" y que incluso advertiría a las autoridades británicas de que "ése no es el camino" porque "no ayuda a construir Europa", subrayando a renglón seguido la incongruencia de que en el referéndum escocés utilizaran precisamente el argumento de la permanencia en la UE para pedir el 'no' y ahora aboguen por esa medida.