Baja la intensidad de las protestas en Londres con motivo de la cumbre del G-20

Tras los disturbios de la multitudinaria protesta del miércoles, cuando se produjeron varios enfrentamientos entre la Policía y algunos de los participantes, las manifestaciones de hoy se desarrollaron en un clima de normalidad y tranquilidad.

A las puertas del complejo ExCel, recinto ferial situado al este de Londres donde se celebró la reunión, varios centenares de personas se congregaron en contra del actual sistema económico, el incumplimiento de los compromisos medioambientales por parte de algunos países y la violación de derechos humanos.

El primer ministro etíope, Meles Zenawi, quien asistió a la cumbre como representante de los países africanos, estuvo en el centro de las críticas de los manifestantes, quienes denunciaron su implicación en el "genocidio" que tiene lugar en su país.

Mientras tanto, en la City londinense -corazón financiero de la ciudad- varias decenas de personas se reunieron para rendir homenaje al manifestante fallecido ayer, presuntamente de un ataque al corazón, durante el transcurso de las protestas.

Los asistentes colocaron un ramo de flores en la Catedral de Sant Paul's y otro en una de las entradas a la estación de metro de Bank.

El tráfico fue reabierto en esa zona, después de que el miércoles fuera cortado por los manifestantes al acampar en la calle.

En el centro de la ciudad no hubo tampoco altercados, dijo a Efe un portavoz de Scotland Yard, lo que contrastó con los disturbios de veinticuatro horas antes, cuando el corazón financiero de Londres se convirtió en casi un campo de batalla, que dejó varios contusionados y 109 detenidos por la Policía.

La Policía metropolitana realizó redadas a lo largo de la jornada en diferentes puntos de la ciudad, tras identificar a algunos de los que participaron en las algaradas, gracias a las imágenes grabadas por varios agentes, que acudieron a la protesta con cámaras de foto y de vídeo.

La manifestación del miércoles arrancó con un marcado tono festivo y congregó a miles de personas, entre ellos pacifistas, activistas contra el cambio climático, anarquistas y comunistas.

Algunos participantes rompieron los cristales de la fachada del Royal Bank of Scotland, símbolo de la crisis financiera en el Reino Unido, y accedieron a su interior.

La Policía respondió cerrando todos los accesos e impidió salir de la zona durante varias horas a los manifestantes, lo que también afectó a quienes participaban de forma pacífica en la marcha.

El cerco hizo que cientos de personas estuvieran sin agua y sin acceso a los sanitarios durante varias horas.

Los agentes cargaron contra los manifestantes y éstos lanzaron botellas contra ellos, lo que provocó varios heridos.

La nota curiosa del día la puso hoy Alain Robert, más conocido como "el Spiderman francés", quien, caracterizado como el popular personaje de cómic, se encaramó al edificio de la aseguradora Lloyd's of London para protestar contra el cambio climático.