España y 20 países presionan para que las ayudas por el veto ruso no se paguen con la reserva de crisis agrícolas

La Comisión Europea ha propuesto costear con este instrumento los programas previstos hasta ahora para apoyar a los productores afectados por el cierre del mercado ruso, medidas que ascienden a 334 millones de euros.

En las negociaciones en curso para enmendar el presupuesto general de la UE para 2015, Bruselas aboga por reducir el presupuesto del Fondo Europeo Agrícola de Garantía (FEAG) en 448 millones de euros (para redirigir estos fondos a otras crisis como la del ébola), lo que limita los recursos disponibles y obliga a recurrir a la 'reserva de crisis'.

Esta propuesta es "inaceptable" para 21 de los estados miembros, según ha confirmado en una rueda de prensa el nuevo comisario de Agricultura, Phil Hogan, al término del consejo de ministros europeos del ramo.

Es un asunto "de gran preocupación", ha dicho el comisario, quien se ha comprometido a trasladar la queja al colegio de comisarios en su reunión del próximo miércoles, si bien ha advertido de que hay poco margen para el cambio: "No estamos en una posición fácil para responder".

Los ministros de Agricultura, sin embargo, no son competentes en cuestiones presupuestarias de la Unión Europea, por lo que el ministro italiano y presidente de turno de la UE, Maurizio Martina, ha anunciado que enviará una carta a los ministros de Economía (Ecofin) para que lo "tengan en cuenta" en las negociaciones.

Martina ha dicho en rueda de prensa que la declaración a 21 supone una prueba de que existe una posición "sólida y unida" en el Consejo respecto a que el sector agrícola ya está "sufriendo mucho" y "no debe pagar doblemente".

A primera hora del día, Tejerina ya había adelantado el apoyo de España a esta declaración, porque considera que la 'reserva de crisis', que se nutre de una parte de las ayudas directas a los agricultores, debe utilizarse solo para "eventualidades debidas a la propia situación del sector, no de decisiones políticas.

Así, ha insistido la ministra española, esta reserva debe ser "el último de los recursos al cual acudir" y recurrir antes a fondos "fuera de la Política Agraria Común (PAC) o de los excedentes" de esta política.

CRISIS POLÍTICA, NO AGRARIA

La declaración que los ministros de Agricultura remiten a sus colegas de Economía insiste en que el veto ruso es una represalia por las sanciones impuestas por la UE a Moscú por su papel en la crisis de Ucrania, y "no fue causada por el mercado agrícola", que cada año exporta por valor de 5.000 millones de euros a Rusia.

Por ello critican que se "penalice gravemente" al sector con este reparto de los fondos y reclaman que "se conserve la capacidad de respuesta" de la 'reserva de crisis' para responder a otras crisis futuras.

Además de España, firman esta declaración Austria, Bélgica, Bulgaria, Croacia, Chipre, República Checa, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y Polonia. Italia, país en línea con este posicionamiento, no suscribe sin embargo el texto por ejercer un papel neutral en las negociaciones en tanto que presidencia de turno de la UE.

Del otro lado, los países tradicionalmente más reacios a aumentar el gasto agrícola, como Reino Unido o Suecia, sí ven con buenos ojos la propuesta de la Comisión.