Ferrovial pone en venta la autopista Chicago Skyway, la primera que logró en Estados Unidos

La operación se enmarca en la estrategia del grupo presidido por Rafael del Pino de rotar activos que ya considera maduros para obtener recursos con los que invertir en otras infraestructuras.

Ferrovial está actualmente inmerso en una estrategia de crecimiento y expansión internacional, especialmente con los negocios de concesiones y servicios, en los que Estados Unidos y Australia figuran como mercados estratégicos.

De hecho, en la actualidad, el grupo analiza y compite por varios proyectos de autopistas en ambos mercados.

El grupo pone el cartel de 'se vende' en la Chicago Skyway meses después de que vendiera la Indiana Toll Road, si bien en este caso, la venta se produjo en el marco de un proceso de concurso de acreedores, en el que se buscó saldar la deuda de la autopista, y por el que el grupo recibió una compensación de unos 45 millones de euros.

En el caso de la vía de Chicago, varias firmas de infraestructuras y fondos de inversión habrían ya manifestado su interés por la autopista, según adelanta el diario 'Expansión' en su edición de este viernes.

DIEZ AÑOS DE GESTIÓN.

Ferrovial se hizo en octubre de 2004 con el contrato de concesión de la gestión de la Chicago Skyway, a través de un consorcio con la australiana Macquarie, por un importe de 1.470 millones de euros.

Se trata de una autopista de peaje de 12,5 kilómetros de longitud y tres carriles, en la que sobresale el puente de 750 metros de longitud con el que la vía sortea el río Calumet. La deuda asociada a la vía es de unos 1.200 millones de euros.

La vía contabilizó una media de 41.332 usuarios diarios durante el pasado año, un 0,2% más, con lo que facturó 62 millones de euros y generó un beneficio bruto de 54 millones.

Ferrovial cuenta con otras dos autopistas en explotación en Estados Unidos, ambas en Texas, a las que próximamente sumará una más, también en este Estado, y una en construcción en Carolina del Norte.

Además, el grupo tiene en Canadá la que constituye una de sus 'joyas de la corono', la autopista de circunvalación de Toronto ETR-407, una de las mayores concesiones de una vía de pago del mundo.