El PSOE defenderá mañana que sea obligatorio que las etiquetas de la miel indiquen el lugar de producción

El portavoz parlamentario de Agricultura, Alejandro Alonso, cree que "el sector apícola requiere más atención del Gobierno", que debería tomar medidas en aras a "evitar que mieles que entran en la UE producidas en China u otros países, arruinen a un sector fundamental" en España, aprovechándose del buen nombre de la producción nacional.

"Exigimos que el país de origen figure en la etiqueta para evitar la competencia desleal que en este momento suponen las mieles importadas sin estándares mínimos de calidad", señala el diputado socialista, recordando que España es el país con mayor censo, mayor producción apícola y el sector más profesionalizado de la UE.

34.000 TONELADAS AL AÑO

De hecho, según datos del propio Ministerio de Agricultura, en España existen 24.755 explotaciones apícolas con casi 2,5 millones de colmenas, el 80% de las cuales son explotadas profesionalmente. Así, cada año se producen 34.000 toneladas de miel con un valor aproximado de venta de 62 millones de euros, lo que hace de nuestro país el primer productor para la UE y el décimo segundo del mundo.

Así, las exportaciones, especialmente a Francia y Alemania, superan en un 65% a las importaciones, que proceden fundamentalmente de China, donde "las condiciones laborales, de producción y los estándares de calidad y de sanidad no son tan exigentes como los de la UE".

Por eso, "podrían estar dándose situaciones de competencia desleal entre los productores europeos y los de países terceros, así como vulnerándose los derechos de los consumidores a conocer las condiciones de producción y la calidad de los productos que consumen", cree el diputado toledano.

VALORES MEDIOAMBIENTALES

Alonso también recuerda en su iniciativa, que recoge Europa Press, que la apicultura "tiene un valor incalculable desde el punto de vista de la conservación del medio ambiente y de su contribución a la polinización de los cultivos".

Por todo ello, y en línea con la campaña iniciada por diversas organizaciones de productores y consumidores que exigen "transparencia en la etiqueta", el principal partido de la oposición pide al Gobierno que siga la estela marcada por países como Italia donde, desde 2006, ya es obligatorio detallar en la etiqueta el país de origen de la miel.

Su intención es que no valga únicamente con indicar que el producto es 'mezcla de mieles UE-no UE' o 'mezcla de mieles no UE', sin precisar la procedencia, y que incluso se puedan "arbitrar sanciones si no se cumple esa exigencia".

Y, para ello, plantean aprovechar la modificación que se está preparando del real decreto por el que se aprueba la Norma de Calidad relativa a la miel para transponer la nueva directiva europea de la Miel con el objetivo de incluir esta obligación de información.