La ambigüedad de la propuesta de reforma laboral deja contentos a sindicatos y patronal

En la reforma del mercado del trabajo sigue sin llegar el golpe en la mesa del Gobierno que esperamos todos. En cambio tenemos una lista de propuestas bien intencionadas que el Ejecutivo lanza a discusión. Una de ellas es impulsar el contrato de fomento de empleo con 33 días por despido improcedente. No es una modalidad de contrato nueva sino que existe desde 1997 aunque apenas se usa. Además, el Gobierno ha lamentado que se haya abusado del despido improcedente y anima a los empresarios a utilizar el despido disciplinario.

Por estas menciones, los empresarios entienden que se abre la puerta a hablar de abaratamiento del despido. El líder de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, destacó que el Gobierno "está empezando a acometer esas reformas que deben de ser de calado y profundas" y aseguro que su organización va a retomar el diálogo tripartito "con la mejor disposición". Mientras que los sindicatos, ateniendose a la letra escrita, aseguran que de abaratamiento nada y parecen más tranquilos tras comprobar que en el texto del Gobierno no hay un "giro brusco" como el de la reforma de las pensiones.

El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, ha agradecido el "acto de responsabilidad y seriedad" mostrado por los sindicatos y empresarios frente a la propuesta de reforma laboral del Gobierno, y se ha manifestado "convencido" de que todas las partes serán capaces de sellar "un buen acuerdo".

La ambigüedad de la propuesta del Gobierno hace pensar, sin embargo, que las negociaciones volverán a encallarse en el tema del despido ya que los agentes sociales no han flexibilizado sus posiciones.

Ante la sorpresa por la generalidad del texto, Zapatero se defendía: "No debo anticipar la propuesta concreta, pero la hay, y vamos a trabajar con la cautela necesaria". La presión de los periodistas hizo que filtrase algo: en el documento no se plantean nuevas figuras contractuales y sí la posibilidad de modificar las existentes. En fin, poca concreción y nada de imaginación a pesar de que el paro, desbocado, afecta ya a más de cuatro millones de trabajadores. LA

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