400 granjas de Lugo abocadas al cierre si el precio de la leche sigue bajando

La comarca chantadina es la más afectada de la Ribeira Sacra por la crisis, ya que concentra el mayor número de explotaciones, con 922 de las 1.204 que se reparten por el área sur de la provincia.

Hasta tal punto es el temor, que las centrales sindicales advierten de que si el precio de la leche sigue descendiendo, unas cuatrocientas granjas podrían echar el cierre por imposibilidad de hacer frente a los gastos.

Para denunciar esta situación, más de dos millares de personas salieron a la calle el pasado día 8 en Chantada para demandar ayuda de las administraciones al sector ganadero.

El momento, explican, es especialmente difícil para las explotaciones agroganaderas, porque en esta época hay que sumar grandes gastos para hacer frente a plantaciones de maíz, por ejemplo, y fertilizantes, de cara a la cosecha.

"En esta época del año aún vemos peor la situación, por los gastos que tenemos. Cara al futuro, vemos que no hay nada claro porque la respuesta de las administraciones no acaba de llegar", remarca a Efe, José Rodríguez, un joven ganadero de Carballedo.

En ese municipio, las explotaciones ganaderas son 199, mientras que en Taboada, 285, y en Chantada, 438.

La reducción casi a la mitad en un año del precio del litro de leche ha producido considerables pérdidas en las explotaciones de la zona.

Hace un año, el precio estaba próximo a los 43 céntimos de euro, mientras que en enero de este año rondó los 32 y en la actualidad anda entre los 24 y 25 céntimos.

El responsable comarcal de Unións Agrarias, Mariano López Nieves, indica a Efe que las pérdidas en relación a 2008 ya son de consideración. "En una explotación media de la zona, con 130.373 kilogramos al año, el ingreso en el ejercicio pasado fue de 57.259 euros, mientras que a principio del año actual, fue de unos 44.079 euros al año. La perdida es de más de 13.000 euros por explotación".

Para Mariano López, "la pelota está ahora en el tejado de las administraciones que tienen que aplicar los compromisos alcanzados en las últimas reuniones. Por un lado, hay que adelantar las ayudas de Política Agraria Común (PAC), crear líneas de apoyo desde el Instituto Galego de Promoción Empresarial (Igape) y hacer controles sobre la importación de leche. En este sentido hay que evitar los precios bajos y equipararlos a los de las marcas blancas".

López apuntó que, por ejemplo, en Francia el precio del litro de leche de marca blanca está en unos 0,75 euros, mientras que en España es de entre 0,30 y 0,45 euros.

Sobre los movimientos sindicales, el representante de Unións Agrarias comentó que "la gente está a la expectativa" y aunque "ahora está muy ocupada con las labores de primavera", "seguimos vigilantes porque el sector es clave para la comarca chantadina".

Antonio Paz, coordinador de Xóvenes Agricultores en el sur de Lugo, también hizo especial referencia "desesperación en la que están inmersos los productores. Es un momento crítico para el sector, donde peligra la viabilidad económica de muchas explotaciones de la comarca".

"La rebaja reiterada de los precios hace que estemos por debajo de las cuotas de producción" y "las amenazas de alguna industria de dejar de recoger leche, no tiene explicación en un estado que es deficitario como el nuestro".

El coordinador de área de Xóvenes Agricultores mostró su apoyo a la tabla de reivindicaciones planteada ante las administraciones sobre la que López destacó tres puntos.

Además, Paz comentó que la interprofesional láctea exige al sector de distribución la eliminación de la leche como producto reclamo en la mayor parte de las superficies comerciales al tiempo que se deben de igualar los márgenes de producto de marcas y de la llamada marca blanca.

Tanto Unións Agrarias como Xóvenes Agricultores consideran también de especial importancia frenar la compra de leche para producir leche en polvo, pues en numerosos casos se constata que simplemente es una estrategia para reducir precios en vista de que el producto se pone en el mercado sin ser transformado.

J. Mourelo