El importe de los títulos hipotecarios admitidos a cotización creció un 92% en el primer semestre

Por otra parte, el peso de las cédulas hipotecarias singulares sobre el total de títulos admitidos a cotización se mantuvo próximo al 54% en el primer semestre del año, con un volumen emitido de 20.143 millones de euros.

Si se compara con el primer semestre de 2015, las emisiones de cédulas hipotecarias singulares han aumentado un 23,4%. Mientras tanto, las cédulas hipotecarias multicedentes mantienen la tendencia de los dos últimos años y continúan con niveles de emisión nulos.

Los datos de la AHE muestran que las emisiones de titulización con garantía hipotecaria también han aumentado, tanto en términos trimestrales como interanuales. Así, las emisiones de estos títulos --correspondientes a bonos de titulización de activos con garantía hipotecaria-- alcanzaron hasta junio los 17.453 millones de euros, más de un 400% de crecimiento en términos interanuales.

SALDO VIVO HIPOTECARIO

En el segundo trimestre de 2016 el saldo vivo de títulos hipotecarios alcanzó los 361.721 millones de euros, lo que supone un ligero aumento con respecto al trimestre anterior (358.794 millones de euros). Sin embargo, en términos interanuales la variación registrada del saldo fue negativa (-3,4%).

El peso de las cédulas hipotecarias, tanto singulares y multicedentes, sobre el saldo vivo de los títulos a junio de 2016 se mantiene en torno al 64%, con un importe de 235.035 millones de euros, un 9% menos que un año antes.

Mientras, los activos hipotecarios titulizados representan el 35% del saldo vivo total, alcanzando los 126.686 millones de euros, un 9,3% más en términos interanuales.

El peso de títulos hipotecarios sobre el saldo del total de crédito hipotecario a junio de 2016 también aumentó ligeramente, hasta el 53,2%, donde las cédulas representan un 35% y los activos hipotecarios titulizados un 19%.

La AHE advierte de que es de esperar que la emisión de títulos hipotecarios "mantenga un menor ritmo de actividad con respecto a años anteriores", ya que, a pesar de que los fundamentos económicos de España son favorables, "la actividad emisora se ve afectada por el continuado proceso de desapalancamiento del sector y la intervención de la política monetaria expansiva del BCE, que introduce en el sistema elevados niveles de liquidez a la vez que permite a las entidades financiarse a través de otros mecanismos que, además, suponen menores costes".