Los líderes de la UE eligen la prudencia en su respuesta fiscal a la crisis

En la primera jornada de su cumbre en Bruselas, los gobernantes europeos han llegado a un principio de acuerdo, después de varios meses de discusiones, sobre la financiación común de una serie de proyectos de infraestructura que formaban parte del plan inicial para impulsar su moribunda economía.

Según el primer ministro checo, Mirek Topolanek, los Veintisiete son "unánimes en ser prudentes" y han decidido aguardar a ver los efectos del esfuerzo fiscal ya decidido para 2009-2010, cuyo efecto combinado cifran en 400.000 millones de euros, un 3,3por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) de la Unión.

El 7 de mayo volverán a reunirse, en Praga, para valorar medidas específicas de apoyo al empleo.

De cara a la cumbre del G-20, que se celebrará dentro de quince días en Londres, los europeos han vuelto a denunciar el falso dilema que algunos analistas plantean entre "estímulo o regulación", a la hora de abordar la crisis actual.

En las conclusiones que el Consejo Europeo tiene previsto aprobar mañana, los gobernantes de la Unión insistirán en la necesidad de "reformar la gestión macroeconómica global y el marco reglamentario de los mercados financieros".

Aunque prudentes a la hora de decidir más gasto público, los jefes de estado o gobierno han querido dar pruebas de solidaridad anunciando una aumento de su contribución a los fondos europeos e internacionales destinados a los países más afectados por la crisis.

Según ha anunciado Topolanek, los europeos están de acuerdo en duplicar los recursos del Fondo Monetario Internacional (FMI), para operaciones de ayuda a estados en dificultades.

Aunque están dispuestos a contribuir, los Veintisiete ha eludido precisar cuál será su aportación, a la espera de conocer los planes de los demás grandes socios del organismo.

"Todos coincidimos en que es necesario incrementar la dotación del FMI, probablemente hasta doblar su capacidad de financiación", ha explicado el titular de Finanzas checo, Miroslav Kalousek.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, confía en que los dirigentes europeos respaldarán mañana su propuesta de duplicar el umbral de la asistencia europea a la balanza de pagos, de la que se han beneficiado ya Hungría y Letonia, y a la que también aspira Rumanía.

Según Barroso, esta decisión constituye una prueba concreta del "espíritu de solidaridad" que ha reinado hoy entre los responsables europeos.

Por lo que respecta a la lista de proyectos que recibirán financiación europea -5.000 millones de euros entre 2009 y 2010- ha sido preciso incluir prácticamente a todos los estados miembros entre los beneficiarios para alcanzar el compromiso final.

"Los proyectos se han aprobado, ahora tienen que ponerse en práctica rápidamente. Eso depende de los Estados miembros", ha recalcado Barroso.

España recibirá un total de 337,5 millones de euros, indicó indicado el secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido.

En primer lugar, 112,5 millones se destinarán a obras de la interconexión eléctrica con Francia, país que recibirá una cantidad similar.

Además, hay 180 millones para un proyecto conjunto con Portugal para la captura de carbono en Compostilla (León), y 45 millones para la interconexión gasística entre Italia y Argelia.

Francia también recibirá 200 millones para su interconexión de gas con África a través de España, y Portugal otros 50 millones para su interconexión eléctrica con territorio español.

A nivel europeo, la energía es el principal beneficiario, con un total de 3.975 millones, mientras que los 1.025 millones restantes se destinarán a proyectos de internet de banda ancha en zonas rurales y a medidas relacionadas con la aplicación de la Política Agrícola Común, según la última propuesta de la presidencia checa.

Dentro del sector energético, la UE destinará 2.360 millones de euros a proyectos de infraestructura de gas y electricidad, especialmente interconexiones entre países comunitarios.

También habrá 565 millones para proyectos de energía eólica marina y otros 1.050 para proyectos de captura y almacenamiento de CO2.

El dinero se obtendrá de los presupuestos comunitarios de 2009 y 2010, pero en el acuerdo queda claro que, debido a la "necesidad urgente de estímulo" económico, todos los trámites legales para la ejecución de los fondos tendrán que completarse antes del final de 2010.